El sindiós de los presupuestos

Alicante

La semana pasada, tras el pacto para aprobar el presupuesto municipal de este año, el alcalde Barcala mostraba su satisfacción porque el acuerdo va a permitir "seguir avanzando con estabilidad en la transformación de Alicante". Mientras, desde Vox se congratulaban porque se ha frenado el fanatismo o el fundamentalismo climático. Todo esto, si me lo permiten, es un sindiós.

Si Alicante necesita algo son transformaciones de calado y no me refiero a un lavado de cara urbano -que también-. Transformaciones en sintonía con las nuevas tecnologías y con un feminismo que reclama igualdad de oportunidades y que obligan a estar a la vanguardia como parte de las soluciones, porque así tendremos muchas más oportunidades.

Además, lo tenemos que hacer porque el calentamiento global amenaza especialmente a esta parte del Mediterráneo, que quiere seguir siendo una zona privilegiada. El confort climático es el valor que nos diferencia como territorio y no podemos perderlo.

Todos esos cambios requieren consensos, que sean compartidos políticamente y, sobre, todo asumidos por la ciudadanía, porque solo con ambición en el corto plazo nos podremos ganar el futuro.