'Éramos todos iguales', un libro contra los estigmas de la lepra

Alicante

El leproso, según el diccionario de la RAE, es aquel "que padece lepra". Y por lepra se entiende esa "enfermedad infecciosa crónica, caracterizada principalmente por síntomas cutáneos y nerviosos, sobre todo tubérculos, manchas, úlceras y anestesias". Además, como sinónimo de leproso los académicos nos ofrecen el termino "dañado".

Pero, todos sabemos que hablar de leprosos es ir mucho más allá de definir a quienes tienen esta enfermedad. Conlleva un desprecio hacia quien merece ser apartado de la sociedad e incluso ser invisibilizado. Acabar con todo ello, superar los estigmas, es lo que ha movido al profesor de Historia de la Ciencia de la Universidad de Alicante, Antonio García Belmar, a escribir 'Éramos todos iguales. Relatos de vida entorno a la lepra'.

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Este libro, editado por Publicacions Universitat d'Alacant, recoge el testimonio de 14 personas que han sufrido esta enfermedad y que también han padecido los estigmas asociados a ella. Todas ellas se enfrentaron a esos hechos y lograron "recuperar la identidad arrebatada y defender su dignidad personal", como afirma el autor en su contraportada.

Además, como añade el profesor García Belmar, quien también dirigió el Fontilles Heritage Project (2018-2023), una iniciativa para difundir el patrimonio histórico del Sanatorio San Francisco de Borja, son historias de resistencia de unas personas que fueron señaladas, que se las mostraba como diferentes, pero que han sido capaces de volver a sentirse iguales. En ese sentido, también son relatos atemporales porque ese señalamiento se ha mantenido a lo largo del tiempo.

Además, por extensión, todos estos testimonios también deberían servir para desarmar los complejos mecanismos que llegan a estigmatizar o a señalar a personas que por algún u otro motivo son considerados dispares.

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Lo cierto es que, como añade el autor, no estamos ante un libro sobre la lepra, aunque todo gire entorno a ella, desde los propios protagonistas hasta el propio espacio físico, el sanatorio ubicado en La Vall de Laguar. Allí sigue trabajando la Fundación Fontilles para mejorar la salud de personas vulnerables que a lo largo de este mundo siguen padeciendo alguna de las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) y por ello son excluidas.

Como señala García Belmar, los estigmas que marcan a estas personas, muchas de ellas en los países menos desarrollados, tienen que ver en gran medida, aunque no exclusivamente, con la pobreza.