El Ayuntamiento de València sigue sin solicitar a la Generalitat la doble denominación Valencia/Valéncia

València

Fue una de las primeras medidas aprobadas por el gobierno de María José Catalá, incluso antes de que Vox formara parte de ese ejecutivo local. En el pleno de septiembre el Ayuntamiento iniciaba los trámites para cambiar el nombre de la ciudad de València, con el acento abierto, tal y como se aprobó durante la etapa de gobiernos progresistas, a la doble denominación, en castellano sin acento y en valenciano con el acento cerrado, siguiendo les Normes del Puig, avaladas por la Real Acadèmia de Cultura Valenciana y Lo Rat Penat, y no según el criterio de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, que es la competente en la materia.

Lo hacía además, a pesar de que un informe de los servicios jurídicos municipales dejaba muy claro que ese cambio de nombre tiene que estar avalado por la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Pero cinco meses después ese medida, que tanta polémica suscitó, sigue en punto muerto. De hecho, según ha sabido la Cadena SER de fuentes municipales, el Ayuntamiento sigue sin solicitar a la Generalitat ese cambio de su toponimia.

Es más, el consistorio sigue utilizando el acento abierto en todas sus comunicaciones oficiales. València también se podía leer en el mural natural que sirvió de trasera del photocall de las primeras jornadas internacionales de la Capitalidad Verde Europea que tuvo lugar la semana pasada en el Palau de la Música.

Explican esas fuentes que el expediente aún se encuentra en la fase de recogida de los informes pertinentes para razonar adecuadamente el cambio que se propone y por tanto, todavía no se ha presentado a la Generalitat. No aclaran cuánto tiempo se puede alargar este proceso. El gobierno local de PP y Vox ya anunció que pediría informes a varias entidades, entre ellas Lo Rat Penat o la Real Acadèmia de Cultura Valenciana.

Eso sí, la última palabra sobre hacia dónde cae la tilde de València la tiene la Acadèmia Valenciana de la Llengua, y es el gobierno valenciano y no el consistorio el que tiene que solicitar ese informe de la AVL, una entidad que en otras ocasiones ha avalado el cambio de la tilde, como pasó con el nombre de Dénia.