Opinión
La Columna

El árbol de las preocupaciones

Ana María García, escritora

La Columna de Ana María García (18/01/2024) "El árbol de las preocupaciones"

Alcoy

Una vez pasadas las Navidades, vamos a seguir con nuestras historias.

Un buen día un empresario contrató a un obrero para que arreglará unos desperfectos en su casa. El empresario pasó por la casa para ver como marchaba la obra. A pesar de los contratiempos que habían ido surgiendo, el obrero había adelantado mucho.

Por si no fuesen suficientes los contratiempos en la obra, al intentar poner en marcha su coche, el obrero descubrió que se había quedado sin batería y ya había cerrado el taller al que solía acudir. El empresario se ofreció a llevarle a su casa.

Durante todo el trayecto, el obrero, enfadado y preocupado, se mantuvo callado. Al llegar a su casa, invitó al empresario a cenar y conocer a su familia. El empresario aceptó.

Al pasar por el jardín, el obrero se paró ante un pequeño árbol, lo abrazó y acarició algunas de sus ramas. Al entrar en su casa era otro hombre, incluso parecía feliz. Cenaron, rieron y conversaron. Al despedirse el empresario le preguntó por el árbol al que había abrazado.

- Es el árbol de las preocupaciones. – Contestó el obrero - Sé que no puedo evitar tener problemas a lo largo del día, pero evito que las preocupaciones entren en mi hogar. Cuando abrazo al árbol dejo mis problemas del trabajo en sus ramas y a la mañana siguiente, al salir de casa, los vuelvo a recoger. La verdad es que al recogerlos encuentro menos motivos para preocuparme que los que dejé.

Deberíamos aprender a desprendernos de nuestras preocupaciones al llegar a casa. Llevar los problemas del trabajo a casa nos causa angustia, ansiedad, estrés, nos hace estar irritados, ser negativos… Quien tenga un árbol en su casa, puede abrazarlo, pero todos aquellos que no podemos tener un árbol en casa, sí que podemos buscar algo que nos sirva de árbol: hacer ejercicio, meditar….

Aprendamos a disfrutar del presente. No es fácil, lo reconozco, pero podría ser un buen propósito para el 2024.