Familiares de bebés robados de Alicante piden a Mazón que mantenga el apoyo prestado por el anterior Consell
El secretario de la asociación, Paco Alarcón, asegura que esperan reunirse con la vicepresidenta Susana Camarero para reclamar la oficina de víctimas autonómica y el aumento de las exhumaciones
Paco Alarcón, secretario de la Asociación de Víctimas de Bebés Robados y Adopciones irregulares de Alicante, en Hoy por Hoy Alicante
Alicante
A la espera de la aprobación de la proposición de ley sobre bebés robados en el Estado español, la Asociación de Víctimas de Bebés Robados y Adopciones irregulares de Alicante, AVA, pide que se cree un banco estatal de ADN del que se haga mucha difusión, y también una reunión con el president Mazón para conocer en qué punto están los acuerdos que mantenían con el anterior Consell.
Ahora mismo existe un banco de ADN autonómico, pero desconocen si va a continuar o no "con esos logros", dice en Hoy por Hoy Alicante el secretario de la asociación, Paco Alarcón. Un ejemplo es el caso de una asociada que necesita el resultado del laboratorio de FISABIO para continuar con su investigación sobre un bebé, pero también recuerdan que se iba a crear una oficina de víctimas, que aunase a todas las consellerias implicadas. "No es una cuestión de partido, sino una situación trasversal que afecta a todo tipo de familias", afirma.
Y de momento aún no han recibido ninguna respuesta por parte de conselleria ni de vicepresidencia, en un momento en el que precisamente se está dando un aumento de casos de búsquedas, con el fallecimiento de algunos progenitores, que saca a la luz que sus hijos son fruto de adopciones.
Piden además que se siga trabajando con las exhumaciones pertinentes, como contempla la Ley de Memoria, igual que se hizo con los represaliados del franquismo, y que se faciliten muestras de ADN a quien pueda estar buscando a sus familiares.
Ahora mismo, en el cementerio de Alicante tienen contabilizados 10.226 casos de enterramientos entre 1951 y 1990, de los cuales el 80% está sepultado en fosas comunes, y otros en nichos privados, sin que se conozca el criterio por el que hay muchos bebés de hasta un año en fosas comunes, y fetos en nichos.
Recuerda Alarcón que en 2010, 2012 y 2013 se hicieron tres exhumaciones en el cementerio de Alicante y se desveló que en una había restos que no se correspondían, en otra brazos amputados de un adulto y en otra el bebé se había cambiado. En un cuarto caso aparecieron restos de cerámicas simulando el peso del bebé.
Añade Alarcón que cuentan con testimonios de familias a quienes se les negaba enterrar a sus bebés de forma particular, e incluso se les amenazaba con entregarlos a la investigación si no les dejaban encargarse de los trámites a las casas mortuorias, clínicas y hospitales. A muchos, explica, les decían que tras el parto el bebé había fallecido, les daban una caja de cartón y se la devolvían ya cerrada con el supuesto bebé o no, para enterrar. Ahora muchas familias tienen la duda, y por eso hacen un llamamiento a los ayuntamientos para que los contacten y se involucren con la conselleria para hacer las exhumaciones y, si no, insiste, que aporten muestras de ADN.