El CEAM advierte de que hay que tomar consciencia de que el agua es limitada y un lujo

Valencia

Samira Khodoyar, directora del área de Meteorología y Climatología del CEAM, afirma que ahora mismo vivimos una situación de bloqueo anticiclónico que impide la entrada de borrascas desde el Atlántico y que una de las consecuencias principales que esto trae es que las temperaturas son bastante más altas de lo esperado en este periodo. De hecho, afirma que las temperaturas son más propias del mes de marzo. Además, otra cuestión importante es que nos deja de nuevo sin lluvias, lo que significa un gran problema en algunas regiones de del país. Pero lo cierto es que, de momento, no vamos a tener lluvias.

"España es una región en la que sabemos que vamos hacia un escenario cada vez más cálido y cada vez más seco", advierte Khodovar. Para esto, avisa, "tenemos que prepararnos". Nos tenemos que adaptar -añade- sabiendo lo que nos espera. "Debemos tomar medidas adecuadas para poder asegurar una sociedad digna y justa para para nuestro futuro".

Según señala, la cuestión del agua es fundamental. Insiste en que va a ser una de las cuestiones fundamentales y prioritarias para la región en el futuro, "no solo para para nuestro país y para la región mediterránea, sino también para toda la cuenca del Mediterráneo, porque va a sufrir una escasez de agua importante en el futuro"; es decir, que las medidas concretas de adaptación para esta nueva situación van a ser fundamentales.

La directora del área de Meteorología y Climatología del CEAM afirma que son muchas las medidas que se pueden tomar, pero que más importante que todo eso es considerar el propio reconocimiento del valor del agua; que el agua es un recurso limitado. "Debemos ser conscientes de ello, y es un recurso de lujo. Lo que sucede es que, hasta el momento, en la mayor parte de la península no hemos tenido problemas".

Samira Khodoyar señala que ahora empiezan a tener algunos problemas en regiones muy destacadas como, por ejemplo, "en Cataluña, donde ahora mismo ya se está haciendo racionamiento en algunas zonas. En Andalucía estamos viendo problemas también muy importantes". Las medidas a tomar en esta dirección deben implicar, según Khodoyar, una propia redefinición del uso y del racionamiento del agua; es decir, que "hay que entender de cuánta agua podemos disponer y cuál es la mejor manera de utilizar esa agua aquí, en la Comunitat Valenciana, donde, aunque de momento no tenemos restricciones, no estamos tan mal".

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según los datos, en la Península Ibérica se observa es un escenario de precipitaciones cada vez más escasas y periodos sin precipitación cada vez más largos. Particularmente, en la vertiente mediterránea se observa una 'extremización' de la precipitación; es decir, los eventos de precipitación ocurren de manera cada vez más intensa en periodos más cortos de tiempo y con una mayor cantidad de agua. Esto, en opinión de Samira Khodoyar, puede favorecer el aumento de las inundaciones y disminuir la cantidad de agua aprovechable; es decir, que este escenario que vivimos ahora es en el que nos moveremos en el futuro, y "hay que ser previsores y entender, evidentemente, que quizá todavía no estamos en esa situación, pero puede que en algún momento lleguemos a esa situación ya".

El agua no puede ser solo una cuestión política

Samira Khodoyar asegura que esto no es solamente una cuestión política, sino que implica toda la sociedad, y por supuesto, también a los sectores socioeconómicos prioritarios para la región. El agua, insiste, es un recurso limitado, pero absolutamente necesario para la vida. Por tanto, hay que darle la importancia que tiene; el agua debería ponerse como aspecto fundamental a considerar en la agenda política del país.

Samira Khodoyar considera que es importante destacar que no siempre hay que relacionar todas las circunstancias meteorológicas o las condiciones cambiantes que observamos al contexto del cambio climático, que lo que implica es un calentamiento global del sistema y esto, por supuesto, tiene implicaciones muy importantes, entre ellas la "extremización" de los fenómenos meteorológicos.

Esto quiere decir que la probabilidad de tener eventos cada vez más extremos es mayor, pero esto no implica que cada año o cada periodo estacional vayamos a tener siempre periodos extremos de temperatura o de precipitación. "Aquí lo que estamos viviendo es una situación que puede ocurrir incluso sin el cambio climático. Lo que ocurre es que el cambio climático potencia que este tipo de situaciones se produzcan cada vez con mayor intensidad y con mayor frecuencia".