Ventajas políticas de vivir en territorio comanche

Alicante

Vivir en territorio comanche o en una trinchera tiene sus ventajas en política. Te puedes sentir solo, pero puedes disparar a diestro y siniestro sin preocuparte de las consecuencias.

Bueno, en el caso del Ayuntamiento de Alicante se ha venido disparando a la izquierda -fuera la Generalitat botánica o el Gobierno central-, culpándoles de no haber hecho nada por la ciudad y de una marginación visceral.

Con el cambio de gobierno en la Generalitat ya tienes compañero de viaje, pero sucede que se reaviva el problema con la posible vuelta de los depósitos de combustible al puerto de Alicante.

Y entonces, todo cambia. Si antes, con el Botànic, apoyabas iniciativas como las aprobadas en Pleno en octubre del 18 y en noviembre del 22, en las que con contundencia se instaba a la Generalitat y a la Autoridad Portuaria a que se opusieran a su llegada, ahora, te tientas la ropa, afirmas que tu postura no ha cambiado, pero que hay que esperar a que haya una sentencia judicial.

Es lo que tiene la política, sus tiempos y los excesos. Que los gobiernos cambian y tienes que pasar de la rotundidad y la exigencia a una prudencia temerosa que deja fríos a unos ciudadanos que terminan por dudar de su alcalde.