Las salas de cine se reinventan ante la fuga de espectadores

Valencia

Antonio Martín, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios de Cine ha asegurado en Hoy por Hoy Valencia que en el año 2023 ha habido un aumento de espectadores de un 23% con repecto a 2022. Pese a ese dato, la realidad es que el sector de la exhibición está un 25% por debajo con respecto a los años previos a la pandemia. Los cambios de hábitos que provocó la misma, y el auge de las plataformas, son las causas de esta caída de espectadores, a lo que ha habido que añadir la huelga de actores y guionistas en Hollywood, que ha retrasado los grandes estrenos, que son las películas más taquilleras. Las grandes producciones que tenían que haber visto la luz en las Navidades del 2023, no lo harán hasta las de 2024, o incluso 2025. Salvo la segunda entrega de Dune, también prevista para las pasadas Navidades, y que llegará en marzo, el resto (Avatar, Star Wars, etc) no empezarán a llegar hasta el verano.

Y eso que el pasado verano se asistió al fenómeno "Barbieheimer", que significó una avalancha de espectadores a las salas de cine, con la coincidencia del estreno de dos de las películas más exitosas del año pasado, "Barbie" y "Openheimer", films muy distintos entre sí con públicos diferentes pero que se encontraron llenando las salas.

Antonio Martín insisite en las bondades de la experiencia de ir al cine. Apunta a películas como "La Sociedad de la Nieve", cuyo visión es incomparablemente mejor en una sala de cine que en una televisión, por muy grande que sea. Y añade el efecto de la socialización: no es lo mismo ver una película solo que con mucha compañía. Las risas que provocan las comedias, por ejemplo, provocan un efecto contagio, y se disfrutan mucho más. En el cine se viven y se sienten más las películas.

Con respecto a las salas Premium que se están empezando a instalar en algunos cines, Antonio Martín no cree que sea una solución de futuro, sino un complemente para ofrecer alternativas para los que buscan una comodidad máxima. Hoy en día, asegura, las butacas de cualquier cine son muy cómodas, y el sonido muy avanzado.

No obstante, los empresarios que regentan las salas de cine llevan tiempo buscando otros usos que atraigan público a sus salas: adaptación para videojuegos, salas dedicadas al teatro, como la que propone Kinépolis, los Lys y ABC funcionan muy bien con la ópera, en MN4 se han hecho conciertos, y hasta se retransmitieron los Goya, con afluencia de público engalanado para la ocasión..

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