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OPINIÓN - LEVANTE UD

Miñambres ¿El ascenso del Levante UD es una ilusión o una necesidad?

Quico Catalán contrató a Felipe Miñambres para que eligiera al líder que necesitaba la plantilla granota y no para que fuera un parche en el banquillo de Orriols

Felipe Miñambres nuevo director deportivo del Levante

Valencia

La naturaleza no da saltos y solo había que esperar a que en el espacio-tiempo el Levante llevase varias jornadas fuera de los puestos de play off de ascenso para cambiar de entrenador y de escenografía.

La salida de Javi Calleja era la crónica de una destitución anunciada. La clasificación y el número de jornadas para poder enderezar la situación marcaría su caducidad.

En el cronograma de Felipe Miñambres y José Danvila había establecida una fecha en rojo, aquella en la que valorasen que el avión tras su despegue ya no tendría opción de retorno. Podría haber sido tras el empate en Anduva, después del meneo que le pegó el Tenerife, pero sucedió en la noche en la que el Levante desperdició otra superioridad numérica para ganar en A Malata.

Si el ascenso fuera una ilusión, Calleja tendría razón en su complaciente discurso de despedida. Tampoco estamos tan mal, solo a una victoria del sexto, pero la realidad que se ha querido maquillar con un mensaje menos agresivo es imposible de ocultar cuando el verdadero plan de viabilidad pasar por subir a Primera.

Además, tras 27 jornadas la categoría evidencia una tremenda igualdad, el líder no ha demostrado tener una mejor plantilla que el Levante, pero si ha tenido una actitud muy distinta. Es mejor perder un partido que empatar doce y ese efecto placebo ya lo vivimos el año pasado con un Levante que perdió el ascenso por una diferencia de goles con Las Palmas y por no afrontar determinados partidos a vida o muerte contra el Mirandés, el Ibiza o la final contra el Alavés. El rey del empate quiso subir a Primera empatando a nada y el fútbol le jugó una mala pasada.

Ahora, con 15 jornadas por delante y 45 puntos por disputar no se puede desaprovechar la oportunidad de intentarlo con otro entrenador que entienda que el ascenso es una necesidad por la urgencia económica del club y los partidos se tienen que afrontar con otro ritmo, con otra intensidad, con otra verticalidad y metiendo al rival en su portería.

Sobre la figura de Felipe Miñambres como entrenador habrá que esperar a los resultados y al comportamiento del equipo. Respecto, a que la figura del director deportivo sea quién asuma este reto, era algo que ya formaba parte del guion. No hay dinero para fichar y no hay nadie mejor que conozca a esta plantilla y sus capacidades. Felipe es el máximo responsable.

El tiempo dirá si fue un acierto o su tercer error en la elección de un entrenador. Fichar a Mehdi Nafti, mantener a Javi Calleja tras el no ascenso, cuando existía una cláusula de escape y ponerse, en estos instantes, al frente del equipo en una especie de acto heroico no es lo que yo esperaba de un director deportivo experimentado y al que Quico Catalán rescató del Celta de Vigo.

El Levante contrató a Felipe Miñambres para que eligiera al líder que necesitaba la plantilla granota y no para que fuera un parche en el banquillo de Orriols.

José Manuel Alemán

Redactor de Deportes en Radio Valencia