Orgullo por el MARQ

Alicante

Decía ayer el presidente de la Diputación, Toni Pérez, que es un orgullo tener un museo como el MARQ en Alicante. Y tiene toda la razón. Fue una apuesta política que se ha complementado a lo largo de los años con el trabajo técnico, lo que les ha granjeado una indudable reputación en el mundo de la arqueología.

No solo se trata de que el gobierno chino ceda piezas como los guerreros de Xi'an, también de crear, montaje tras montaje, con un relato y con un indudable atractivo para todos los públicos. Y en el caso de la próxima exposición, 'Dinastías', de ser capaces de que 21 museos de siete países europeos acuerden ceder sus piezas porque les ha convencido la propuesta.

Obviamente, tampoco el objetivo debe ser alcanzar el éxito de público obtenido con las piezas de terracota, algo complicado. Se trata de mantener la calidad de las muestras temporales, de esa forma también se conserva el prestigio alcanzado.

Una hipérbole “histórica”