Pablo Gil: "Es necesaria todavía la ayuda a los ucranianos que siguen en la Comunitat Valenciana"
El cónsul honorario en València, Pablo Gil, reitera a las administraciones la necesidad de ayudar a la población que continúa aquí sin poder volver a su país, todavía en guerra
Ucrania en 'A Vivir CV' dos años después
Valencia
Ucrania, dos años de conflicto. Un país que intenta reconstruirse mientras sufre los bombardeos rusos. Un país que dos años después de la invasión rusa, vive dos situaciones muy distintas: sigue siendo víctima de los bombardeos, mientras el oeste se reconstruye y trata de hacer una vida normal. La situación en la zona cercana a la Unión Europea, por mucho que parezca sorprendente, es prácticamente normal: ha vuelto la vida a los teatros, a la universidad, a las escuelas, mientras en la zona del Donbás, el escenario es diferente, allí se vive la guerra cada día.
La Comunitat Valenciana ha sido de las que más familias ucranianas ha acogido durante estos años de conflicto. En 'A Vivir CV' hemos dedicado los primeros minutos de programa a conversar con el Cónsul Honorario de Ucrania en València, Pablo Gil, que ha reiterado la barbaridad: "Un invasor en pleno siglo XXI destruyendo la vida de tantas personas con "ínfulas imperiales" y cómo occidente ayuda, pero debería plantearse si esto es suficiente, dos años después".
Gil reconoce que la acogida al pueblo ucraniano que pudo salir del país fue aquí, en la Comunitat Valenciana, "emocionante, justo cuando acababa de ser nombrado cónsul". Fue el "impulso solidario ante una situación que impactó tanto a la sociedad española". Pero lo es todavía más que a día de hoy todavía haya familias que siguen en acogida con familias valencianas.
Es el caso de Marta Derqui, economista, que acoge en su casa a Olena, madre de dos niños pequeños que llegaron con tres y seis años y que a día de hoy están escolarizados e integrados en la sociedad valenciana. Derqui ha explicado que lo hizo de una forma espontánea, abrumada ante el impacto de la noticia y que dos años después, volvería a hacerlo". Dos niños que son "ya como sobrinos". La madre, Olena, que habla muy poco castellano, solo se limita a decir "mi Marta, todo amor" con una mirada que lo dice todo. Viene acompañada de su amiga Ekaterina que en su caso fue atendida por Cruz Roja.
Tanto el cónsul Pablo Gil como Marta Derqui reconocen que las administraciones han estado a la altura, escolarizando y dando asistencia sanitaria, también las primeras ayudas directas a los adultos con menores a su cargo pero en el caso de las familias valencianas que han acogido "si que se podría haber optado por algún tipo de reconocimiento en la declaración de la renta para desgravar gastos". Gil también recuerda que "la burocracia fue tremendamente complicada para unas personas que no hablaban el idioma, por lo que muchos se quedaron fuera". Y sigue haciendo falta ayuda por lo que el cónsul pide "que se amplíen, mientras dure el conflicto y ellos permanezcan aquí".
Inma Pardo
Inma Pardo dirige y presenta los sábados el programa...