Lo mejor y lo peor que nos dejan las grandes tragedias

València

Puede parecer un tópico pero es que es así: las grandes tragedias sacan lo mejor y lo peor de una sociedad. El incendio de Campanar ha provocado, por ejemplo, una oleada de solidaridad como hace mucho no veíamos en València. Solidaridad en todos los formatos, de muchas procedencias. El incendio de Campanar también ha permitido ver a los partidos políticos unidos como hace mucho no los veíamos. Habría que remontarnos quizás a las semanas más duras del confinamiento para ver algo parecido.

Pero como digo, la tragedia también ha enseñado lo peor. La entrega de los profesionales de los medios de comunicación ha sido total, la cobertura informativa, sin precedentes. Sin embargo, en algunos casos, creo que ha sobrado sensacionalismo. Se han rebasado límites, se ha dado alas al morbo, y se ha pisado el terreno del amarillismo. Para hacérnoslo mirar.