Ábalos no es Topuria

La Columna de Carlos Arcaya: «Ábalos no es Topuria»
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Alicante
Ábalos no es Topuria. Si pillan a tu asesor blanqueando -supuestamente- dinero con la compra de un piso en Benidorm, te tienes que ir por vergüenza torera.
A golpes en el ring, el segundo ganó el campeonato del mundo y Ábalos, un púgil bastante más pesado, menos elegante, va a perder sí o sí. Además, la política es más salvaje, a lo mejor no te parten la cara a puñetazos, pero los golpes cuestan mucho más de sanar.
A Topuria le homenajean. El viernes saldrá al balcón del Ayuntamiento como si fuera el pregonero de las Hogueras en una fiesta que le ha montado el alcalde Barcala y que tendrá que repetir cuando la ciudad vuelva a tener otro campeón mundial. ¿O no? Es un ídolo para los más jóvenes y a Ábalos le jalean los que esperan que tire de la manta.
Además, a los dos les caracteriza una cierta chulería -sin ofender- que los lleva a retar y a provocar a los rivales. Claro, si luego ganas, eres la bomba. El problema es cuando pierdes y lo haces como Ábalos, porque también hay una forma digna de perder.
Nos gustan las historias de perdedores, pero no es el caso. Ábalos, de todopoderoso hacedor a víctima maltratada. La pelea más importante siempre es la última y, al menos, hay que intentar terminarla de forma elegante.


Carlos Arcaya
Licenciado en Ciencias de la Información por la EHU-UPV. Redactor de Radio Alicante desde 1992, antes...




