Cáritas: "En Alicante, familias enteras comparten vivienda y eso es un drama"

Alicante

"La pobreza se sigue extendiendo", mantienen desde Cáritas Alicante, que alerta de situaciones dramáticas que se están normalizando, como que familias enteras se vean obligadas a compartir vivienda.

"Está pasando en Alicante", señalan desde la entidad que constata en la provincia el incremento de población en riesgo de exclusión. El porcentaje, según la denominada tasa AROPE, se incrementó en la Comunitat Valenciana en 2,1 puntos, hasta alcanzar el 29,6%. Esto es, un tercio de la población y Cáritas defiende la necesidad de medidas urgentes.

Hacia una sociedad cada vez más dual

Caminamos, dice Cáritas Alicante, hacia una sociedad cada vez más dual, donde las administraciones "deben hacer una apuesta firme y decidida por implementar medidas que apoyen a los más vulnerables".

Y el secretario general de Cáritas Alicante, Javier Ruvira, pone especial énfasis en el drama de la vivienda. No solo es la inflación, la cesta de la compra, los bajos sueldos, también y, sobre todo, el acceso a un alquiler o a una vivienda. "Es inalcanzable para muchas familias y también en la provincia han optado por compartir habitaciones en un mismo piso". Y eso es dramático, apunta Ruvira, aunque se esté normalizando, y añade que "ya está dejando una huella importante en las próximas generaciones".

Pone ejemplos de las personas que acuden a la organización y que tratan de acceder a un alquiler, inalcanzable para sus bolsillos. "La vivienda social debe ser prioritaria y la administración debe retomar el papel que ha tenido en otras épocas para facilitar el alquiler social y el acceso a una vivienda". "Son medidas para facilitar una vida digna a los que más difícil lo tienen y analiza que "es precisamente en los territorios con mayor desarrollo donde nunca se ha abandonado las políticas de alquiler".

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En Alicante ciudad y en otras poblaciones de alrededor "sabemos que los alquileres están a 700-800 euros, mientras que el salario mínimo apenas supera los 1.100 euros, por lo que es casi imposible acceder para algunos sectores de la población. Eso es pobreza y exclusión".

"Hay que ponerse manos a la obra porque es una situación muy difícil para: gente joven, madres solas con hijos, inmigrantes recién llegados y sin papeles que no pueden acceder a ayudas, gente con ingresos de 600 u 800 euros que no pueden cubrir gastos". "Lo vemos día a día", lamenta.