Fallas y la enorme paradoja que esconde la fiesta
Los artistas falleros se quejan de que cada vez resulta más difícil hacer una falla por los enormes costes que tiene. Una situación que contrasta con los cientos de millones de euros que mueve la fiesta

El Punto de Vista de Julián Giménez 08/03/2024
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
València
Se lo venimos contando estos días. En las fallas se gastan 400 millones de euros, la fiesta genera 700 además 6.500 empleos. Con el calibre de estas cifras sería lógico pensar que el epicentro de la fiesta, la misma falla, el monumento, y todo lo que le rodea de forma más directa, goza de buena salud.
Más información
Pero no, hay cada vez más artistas que abandonan la profesión, y los que se quedan se quejan de que apenas pueden asumir los costes derivados de crear la falla. ¿Qué es lo que está ocurriendo entonces? ¿Por qué la esencia de la fiesta, el monumento, presenta tal precariedad económica? ¿Dónde va a parar todo ese dinero que se gasta y ese dinero que circula gracias a la fiesta? Pues parece que a la base de la fiesta, al monumento, insisto, no está llegando. Creo sinceramente que esta paradoja merece una reflexión colectiva. Y urge, porque el arte de hacer falla está en serio riesgo.

Julián Giménez
Licenciado en Ciencias de la Información por el CEU San Pablo de Valencia y Máster en Comunicación y...




