Benidorm consigue una moratoria para retrasar la Zona de Bajas Emisiones a final de año
Hasta el 31 de diciembre
El concejal de Movilidad de Benidorm sobre las últimas novedades de la Zona de Bajas Emisiones
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Benidorm
El Ayuntamiento de Benidorm ha recibido el visto bueno del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para retrasar la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). La moratoria, cuya concesión había sido ya comunicada al consistorio de la capital turística de manera informal, ha sido notificada por vía oficial y permite aplazar hasta 31 de diciembre de 2024 la aplicación de estas restricciones de movilidad.
La implantación de la ZBE, obligatoria para municipios con una población superior a los 50.000 habitantes como es el caso de Benidorm, debería haberse producido el 1 de enero de 2024. Sin embargo, municipios como Benidorm solicitaron una moratoria para posponer su entrada en vigor hasta poder “tener una normativa clara” tal y como señaló en su momento su alcalde.
En declaraciones a Radio Benidorm, el edil de Movilidad Francis Muñoz ha confirmado ahora la concesión de la moratoria señalando a su vez que gobierno local “va cumpliendo los plazos de la implantación de la Zona de Bajas Emisiones en Benidorm”.
¿Cómo afectará al tráfico?
Una vez se implante esta zona de movilidad restringida afectará a 74 hectáreas del termino municipal que se reparten, mayoritariamente, entre Levante y el centro urbano sumando la primera línea de Poniente.
Según explican desde el Consistorio, podrán circular por la ZBE residentes, transporte urbano y vehículos con una autorización puntual que se podrá conseguir a través de una aplicación móvil del consistorio que se está desarrollando en estos momentos de forma paralela a la lectura de matrículas.
En cualquier caso el alcalde, Toni Pérez, ya avisó en su momento que la implantación de esta zona “no va a suponer grandes cambios en la ciudad” puesto que con la política de peatonalización y calles de preferencia peatonal desarrollada por su gobierno en los últimos años: “Nos hemos ido acostumbrando a esas restricciones”. Pérez asegura que la ciudad ha anticipado la mayoría de las medidas que recoge la ZBE y que lo que resta por incorporar es “el apoyo tecnológico para la organización".
