Crispación política al límite

València

No sé ustedes pero ando muy preocupado porque el nivel de crispación política no se limita al plano nacional sino que lo detecto cada vez más extendido también en nuestra Comunitat y no solo entre los políticos sino incluso entre ciudadanos que, en ocasiones, llegan más lejos frente a una barra de bar que sus señorías en los escaños de les Corts o del Congreso. Cualquier día nos echaremos las manos a la cabeza si la cosa pasa de las palabras a algo más pero unos y otros en lugar de hacer autocrítica y echar el freno prefieren decir que la culpa es del otro. Las reglas democráticas son muy sencillas pero parece que ese día nuestros políticos no fueron a clase. Aquí, allí y en cualquier sitio, los que perdieron las elecciones deben respetar el resultado legítimo de las urnas y el gobierno debe respetar el papel también legítimo de control de la oposición. La crítica y el debate entre unos y otros no solo es necesaria sino imprescindible pero los límites son evidentes. Reaccionen pronto o acabaremos lamentándolo.