Así son los controles en el mayor puerto de España para evitar que entre mercancía no permitida

València

En los últimos meses el puerto de València ha sido noticia por las incautaciones de droga realizadas por parte del servicio de Aduanas y de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Según el departamento de Seguridad Nacional, este puerto se ha convertido en el tercero de toda Europa por donde entra más cocaína, detrás de los de Amberes y Roterdam, y solo en el año 2022 se incautaron más de 11.500 kilos de esta droga. Esos son los datos respecto a droga, pero en el puerto de València se controlan muchas otras sustancias o materiales que o son ilegales o no tienen permiso para entrar en España. Este domingo en A Vivir Comunitat Valenciana hemos accedido al servicio de Aduanas del puerto de València para ver cómo trabajan y comprobar cuáles son los materiales más comunes que entran sin permiso y desde dónde.

El puerto de València es, junto con el de Algeciras, el que más tráfico acumula de toda España: durante 2023 registró casi 80 millones de toneladas de mercancía en cinco millones de contenedores y 1,3 millones de pasajeros. Revisar todo este volumen de tránsito es imposible, pero el servicio de Aduanas trabaja para evitar que se cuele mercancía ilegal o que no está bien declarada. En este organismo, que depende de la Agencia Tributaria, trabajan alrededor de medio centenar de personas que se coordinan con la Policía Nacional y la Guardia Civil para realizar las inspecciones.

Un equipo en constante formación

La responsable de este servicio, María José Palau, explica que la formación del equipo es constante, porque la legislación europea sobre aduanas es muy cambiante y en el caso de las drogas, los delincuentes innovan cada vez más para evitar que se detecte. El servicio de Aduanas no solo controla los estupefacientes; su misión es evitar que pase por el puerto de València cualquier mercancía que no tiene permiso para acceder a España y que toda la que sí que tiene permiso esté catalogada correctamente y, por tanto, pague los impuestos que debe.

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David García, el jefe operativo de Vigilancia Aduanera, que es el que se encarga de los registros, aclara que no toda la mercancía es ilegal, pero sí que hay una parte que no está permitida. Y, teniendo en cuenta que el puerto de València mueve 80 millones de toneladas de mercancía al año, la pregunta es cómo elegir qué contenedores se inspeccionan. Además de los cribados aleatorios, a través a lo que denominan análisis de riesgos, la cooperación internacional es fundamental, y también la colaboración con Policía y Guardia Civil permite que los investigadores puedan intuir desde dónde va a llegar la mercancía ilegal y qué tipo de mercancía va a ser.

Falsificaciones o fitosanitarios prohibidos en Europa son algunos de los productos más habituales, y también los residuos, que cada vez se detectan más ya que muchos países envían fuera de Europa su basura para que la gestionen allí, de forma muchas veces irregular.

La droga: principal objetivo

Pero la droga es sin duda la mercancía que más titulares acapara y la que más millones de euros en negro mueve cada año. El responsable operativo de vigilancia aduanera confirma que cada vez se incauta más droga por el puerto de València, sobre todo cocaína, y las causas son diversas. Por una parte está la profesionalización de los inspectores y el intenso trabajo en investigación de Vigilancia Aduanera, Policía Nacional y Guardia Civil pero, por otra, está el aumento de producción de droga en países, sobre todo, de sudamérica.

El puerto de València es la principal entrada de cocaína de toda España según los datos de las autoridades. El año pasado se incautó la mayor cantidad de droga que ha llegado al puerto valenciano: 5,6 toneladas de droga. Los criminales tratan de camuflar esta droga de todas las maneras posibles, aunque David García habla de una muy común, que es el rip off: un método por el que los narcotraficantes abren un contenedor que, en principio, tiene mercancía legal, y dejan bolsas de deporte, los conocidos macutos, llenas de droga, para que cuando llegue al puerto de destino otra parte de la banda los pueda recoger. Es solo uno de los métodos, pero hay muchos más que David García detalla en el reportaje. Los investigadores los conocen casi todos.

Así es la investigación

Una vez incautada la droga, su destino es la destrucción. Además, en ese punto comienza otra fase de la investigación: seguir el rastro de la droga para saber dónde iba dirigida. El año pasado, en una operación en la que se intervinieron 3,6 toneladas de cocaína se decidió entregar los contenedores a las empresas destinatarias de la mercancía y seguirlos, hasta que se entregaron a los destinatarios finales. La operación permitió detener a 20 personas y desarticular una organización criminal que controlaba la distribución de droga en Europa desde países como Colombia o Ecuador. David García admite que no siempre es fácil conseguir detener a los narcotraficantes.

En el reportaje también descubrimos cómo se realizan las inspecciones. Una parte se hace sin necesidad de abrir los contenedores, gracias a un escáner que es capaz de detectar las sustancias ilegales, mientras que otra, sobre todo la relacionada con el origen de las mercancías y los materiales con las que están hechos, las realizan los propios inspectores de hacienda, abriendo los contenedores y comprobando si lo que hay dentro de las cajas se corresponde con lo declarado. Todo ello se realiza en naves logísticas que colaboran con la agencia tributaria.

Control de todo tipo de materiales

En el caso de materiales como los textiles, el servicio de Aduanas tiene un laboratorio propio en el que se analizan los componentes. Y también es responsabilidad del servicio de aduana el control de pasajeros. A València llega un ferry semanal con Mostaganem, en Argelia, y además del control de pasaportes que realiza la Policía Nacional, los inspectores de hacienda también revisan en este caso el equipaje y los vehículos. Lo más habitual en este tipo de registros es el tabaco o el alcohol no declarado, pero en los últimos años han detectado un incremento de animales vivos que incumplen el convenio CITES, el tratado internacional que regula el movimiento de especies en peligro de extinción o que pueden ser invasoras en los países de destino.

En el reportaje descubrimos el día a día de las decenas de personas que trabajan los 365 días del año para evitar la llegada de mercancías no permitidas en Europa a través del puerto de València. Un trabajo fundamental para garantizar la seguridad de toda la ciudadanía.