Vamos a ilusionarnos

Alicante

Y con el ascenso, Enrique Ortiz se reconcilia con su afición, porque con los políticos ya lo había hecho; para ellos, tras las elecciones, dejó de ser un (aparente) problema.

Y sí, en esta ocasión, no es un oxímoron hablar del Hércules en positivo. Esta claro que al margen de la histórica gestión del propietario -clamoroso silencio, otro oxímoron-, es decir, del propietario accionarial, el club es propiedad sentimental de miles de ciudadanos de Alicante. Este año la pelotita ha entrado y ha sido posible esa unión que esperemos que se materialice el próximo domingo con el ascenso a 1ª RFEF y que se mantenga en el tiempo.

En cualquier caso, al margen de si somos aficionados o no, el ascenso también es una buena noticia para la ciudad, ya que nos lleva a competir con equipos de otras localidades que sí están en nuestra liga, lo digo con el máximo respeto a todo el mundo.

Así que, vamos a ilusionarnos. El lunes, si se asciende, tendremos los mismos problemas, las mismas preocupaciones, el mismo trabajo, el mismo dinero en el banco o las mismas deudas, pero estaremos un poquito más felices. Y eso nunca es malo.

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