Prohibido teletrabajar en el bar: "No se puede ocupar una mesa durante cuatro o cinco horas con un café con leche"

València

"Con un café con leche igual están cuatro o cinco horas bloqueando una mesa". Esto es lo que nos han contado algunos camareros y propietarios de cafeterías del centro de València, que han decidido limitar el uso de ordenadores portátiles en sus establecimientos para evitar que los clientes teletrabajen en sus mesas en hora punta.

De este asunto hemos hablado en Hoy por Hoy Valencia, donde hemos escuchado a los argumentos del sector hostelero. El ejemplo más gráfico con el que nos hemos topado se encuentra en la calle San Francisco, donde una pegatina alerta de la restricción entre las 8:30 y las 12:30 horas. Pero no es el único, ya que existen otros bares que aplican medidas similares. Aunque más sutiles, eso sí.

Ocurre en la calle Arzobispo Mayoral. Allí hay locales que desactivan la conexión Wi-Fi, quitan la corriente de los enchufes o reducen el tiempo que los usuarios pueden permanecer sentados mientras utilizan sus dispositivos electrónicos. No obstante, también están los que instauran estas reglas únicamente en fines de semana y festivos, días en los que registran una mayor afluencia de personas.

"Una minoría de locales"

El presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de València, Manuel Espinar, ha señalado en la SER que no se trata de un problema generalizado, sino que sucede de manera puntual y localizada. "Esta es una casuística que está pasando en una minoría de locales. Al final, todos vamos con un ordenador encima, que es nuestro teléfono móvil, aunque debemos ser conscientes de que los negocios no son espacios de coworking".

En este sentido, ha defendido las restricciones "siempre que se comuniquen abiertamente al cliente": "Lo entiendo perfectamente, y más si hablamos de zonas en las que los alquileres de los locales están altísimos, por lo que los hosteleros tienen que trabajar con una rotación elevada para tener rentabilidad y pagar facturas".

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Por ello, ha apelado al sentido común, recordando que "no se puede tardar dos o tres horas en tomarse un café". "En el centro de la ciudad hay espacios habilitados para el teletrabajo y, si hacen falta más, debería ser la administración pública la que proporcionase estos lugares que la ciudadanía está encontrando en la restauración", ha señalado. "Al final, todos los clientes hacen papel y se trata de construir una relación de cordialidad con el empresario, así que se debe de llegar a un punto de equilibrio entre los intereses de ambos".

Informar previamente

Por su parte, el secretario general de de la Unión de Consumidores en la Comunitat Valenciana, Vicente Inglada, ha afirmado que, en las ocasiones en las que se dé un abuso que puede perjudicar al dueño del local, la solución pasa por "informar claramente al usuario de las prohibiciones que decidan aplicarse". "Si se marcan las reglas, es el cliente quien puede optar por acatarlas o marcharse a otro lugar".

Sin embargo, ha recordado que "siempre nos queda la posibilidad de ejercer reclamaciones" en el supuesto de que "se vulneren nuestros derechos". "Siempre y cuando sea dentro de la lógica y con los pies en el suelo", ha puntualizado.