Sin memoria no puede haber concordia y menos justicia

Alicante

Ayer fue un día muy emotivo en Alicante, en el que se rindió homenaje a las víctimas del exilio en Casa Mediterráneo con la presencia del presidente del Gobierno. Un acto que coincidió con el 85 aniversario de la partida del Stanbrook. Pero ayer, también en la Universidad, se iniciaron las protestas estudiantiles por el genocidio del pueblo palestino.

Ambas causas -en las que la mayoría de la población podríamos estar de acuerdo, ya que estamos hablando de la defensa de los derechos humanos- se han polarizado lamentablemente.

A los jóvenes con espíritu crítico que se manifiestan contra la masacre de 35.000 palestinos por el ejército de Israel se les acusa de ser equidistantes con el ataque terrorista de Hamas del pasado 7 de octubre. Como si no pudieran estar contra el atentado y contra un genocidio provocado por una reacción absolutamente injustificada. Y eso tampoco es ir contra el pueblo israelí; en todo caso, contra un gobierno extremista.

Y si hablamos de memoria, hay quien entiende que homenajes como los de ayer son un agravio colectivo y personal. Simplemente deberían recordar que la historia no se puede blanquear y que abarca hechos gloriosos e infames.

Sin memoria no puede haber concordia y menos justicia.

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