Los vecinos de un edificio de viviendas sociales denuncian años de ocupaciones en la zona universitaria de Castellón y el "abandono total" de la administración

Decenas de vecinos de un edificio de viviendas sociales de la UJI denuncian años de ocupaciones y "abandono total" por parte de la administración.

La situación en un edificio de la calle Joaquín García de Castellón, en los alrededores de la UJI, lleva años siendo "insostenible" para las 18 viviendas "legales", muchas con niños, que conviven con otras 12 viviendas ocupadas, prácticamente la mitad, frente a la "inacción" del Evah (Entitat Valenciana d'Habitatge i Sòl), organismo dependiente de la Conselleria de Vivienda y encargado de su gestión. Además de las 12 ocupadas, los vecinos aseguran que otros diez pisos de alquiler asequible permanecen cerrados con puertas antiokupas y vacíos.

"Miedo a mi propia casa"

Desde el edificio de protección oficial, la presidenta de la comunidad, Aroa Company, explica que el inmueble es un "infierno" y que, desde que la Generalitat le concedió el piso hace cuatro años, "solo ha vivido ocupas, suciedad y miedo".

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Puertas rotas, talleres improvisados en el garaje y carreras de coches

El edificio tiene todas las puertas de acceso desde el exterior completamente rotas, ya que, a pesar de haberlas arreglado en contadas ocasiones, "siempre acaban inutilizándolas". El fácil acceso al edificio es evidente en el garaje, que contaba con varias puertas automáticas, ahora abiertas "de par en par" las 24 horas del día y convertido por los habitantes ilegales en un "taller de coches improvisado" que, en ocasiones, también se convierte en una pista de carreras de vehículos.

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Otro servicio que, tras múltiples reparaciones, permanece inutilizado de manera evidente son las cámaras de seguridad, totalmente "reventadas" y, desde que se marcharon hace aproximadamente un año y no se han vuelto a cubrir sus plazas, tampoco hay vigilantes de seguridad que permanezcan en la garita con la que cuenta el bloque, saqueada. La Generalitat ha delegado en la comunidad de vecinos la opción de buscar nuevos vigilantes, según Company que, asegura, "continúan buscando".

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Enganches a la luz y el agua, que paga la comunidad

Otra problemática que llevan años asumiendo es la luz y el agua. Los ocupas cuentan con ambos recursos mediante "enganches" caseros a los contadores y su consumo, según denuncia la comunidad, lo están pagando los vecinos legales.

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Company, que también tiene a su madre y a su hermano en otro piso del mismo edificio, lamenta estar en esta situación después de haber esperado más de dos años para conseguir una de estas viviendas asequibles, por la que paga un alquiler que ronda los 300 euros. Además, esta vecina de la capital de la Plana critica, con más pesar, que por la "dejadez" de la Generalitat se plantee marcharse.

De dejar la puerta abierta a instalar cámaras en el portal

Otros vecinos, como Óscar, que vive desde hace ocho años en otra vivienda de manera legal con su mujer, sus dos hijos pequeños y su perro, explica desde su propio salón que "han pasado de salir a pasear y no cerrar con llave a instalarse cámaras en su propia puerta".

Óscar valora, además, el "doble rasero" de la entidad dependiente de la Generalitat que le otorgó la vivienda, que sí les respondió cuando, a modo de protesta, decidieron no pagar el alquiler, instándoles a abonar dichas cuotas, pero nunca hubo contestación a las quejas de los vecinos sobre la situación del edificio y las ocupaciones.

Tras ocho años en el edificio y a falta de una solución que no llega, este ciudadano confiesa estar buscando otra alternativa para su familia, aunque insiste en que es prácticamente imposible, en cuanto a precio, encontrar algo similar a estas viviendas.

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Tres denuncias formales y ninguna respuesta

En los últimos siete años han presentado formalmente tres denuncias a la Gerneralitat, pero ninguna ha provocado ningún tipo de respuesta por parte de la Consellería. El último paso de los vecinos ha sido aunar fuerzas con algunas asociaciones vecinales, como la del Raval Universitari y de la Cuadra Borriolenc, mediante la recogida de firmas. El Ayuntamiento de Castellón se ha reunido esta semana con los vecinos, que han pedido su intervención para terminar con las ocupaciones y las malas condiciones en las que se encuentra el edificio.