Enric Juliana: "Un catalán debe ser comedido cuando habla de la Comunitat Valenciana"

Valencia

Enric Juliana, director adjunto de La Vanguardia y responsable de la delegación en Madrid, visita València para presentar y debatir sobre su libro 'España,el pacto y la furia'. Lo que nos ha servido de, exitosa, excusa para invitarle a que se asomara a la Ventana Comunitat Valenciana.

Obviamente, la primera parada de La Entrevista se queda en el resultado de las elecciones de Cataluña. Sobre todo, porque desde el domingo se han sucedido los análisis aunque, a veces, viendo lo ocurrido, da la sensación, que desde fuera de las fronteras de Cataluña, no acaba de comprenderse lo que alló ocurre. "Creo que en líneas generales sí se conoce lo que pasa, como que el independentismo no suma mayoría y el PSC es el más votado. Luego vienen los detalles, los matices y ahí falta información. En España conocemos muchos detalles de lo que ocurre en Madrid, si llueve o luce el sol, pero, en cambio, otras cosas que pasan en otros lugares, no", comenta el periodista. Y es que desde Madrid no hay una visión periférica. Juliana se considera un catalanista al que le interesa España y por ello, tiene otra visión. Por ello se le pregunta sobre la situación de la Comunitat Valenciana. Asegura que, desde hace años, se viene interesando por lo que ocurre en territorio valenciano. Recuerda que su diario se implicó en el desarrollo del Corredor Mediterráneo y que ahora, intenta observar qué ocurre con el cambio político. El paso del Botánic al Consell PP Vox, con el que se muestra cauto. "Mire, un catalán, cuando habla de Valencia, ha de ser medido, porque algo he aprendido. Josep Plá en una entrevista decía que lo más importante de un hombre, lo más profundo, está en la piel. Aplicando a la relación Cataluña Valencia es la piel y hay que ser cauteloso con la piel", sostiene Juliana.

El caso es que desde la Comunitat Valenciana se mira con recelo, casi todo, lo que ocurre en Cataluña. Se tiene la sensación, que todo lo que allí pasa, cierra las puertas a las reivindicaciones históricas, que la situación en Cataluña lo eclipsa todo. "Mire, hay ejemplo de todo, se lo decía con la reivindicación del Corredor Mediterráneo donde nos sumamos hasta diarios como La Vanguardia, Las Provincias y demás, y surgió efecto. Este es un ejemplo de cooperación positiva. Luego hay ejemplos contrarios. El tema de la financiación autonómica. Pero el soberanismo catalán quería discutirlo por su cuenta. Veremos qué pasa en los próximos tiempos".

En ese ámbito se mueve el resto de la conversación que acaba, abrigándonos en el título del libro que hoy presenta en València, en que la furia puede seguir creciendo más y cimentando su fortaleza ante la indefensión de la, casi, utopía del pacto. "Creo que la sociedad española empieza a estar hasta el gorro de la furia, y creo que los resultados en Cataluña van en esa dirección. Hay una descompensación entre el tono de la discusión política y la sociedad", mantiene Juliana.

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