Eloísa del Pino (CSIC): "Está muy bien el turismo, pero, o somos un país de ciencia o no seremos competitivos"

Valencia

Este martes, el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ubicado en Paterna (Valencia), ha celebrado, en el Marco de la Acreditación de Excelencia Severo Ochoa, una jornada sobre Ciencia para políticas públicas titulada: "La aplicación de la ciencia para la mejora de políticas públicas y su impacto en la sociedad". Hablamos de ello con la presidenta del CSIC, Eloísa del Pino.

Con este tipo de jornadas trata de mostrar la importancia de utilizar la evidencia científica en la toma de decisiones políticas. pero puede chocar eso con la realidad política y social que parecen estar en otra esfera. "A veces sí, pero hay que limar la relación entre los políticos que toman decisiones y los científicos. Es muy necesario porque la mayoría de los problemas de nuestros tiempos, son problemas con un fuerte componente científico. El envejecimiento, la escasez de materiales con los que se fabrican los móviles, el cambio climático, muchas cosas, problemas con base científica que no se pueden desconocer".

En este sentido, se le interpela a la presidenta del CSIC sobre cuál es la presencia de la ciencia en la toma de decisiones en el ámbito de las políticas públicas. Si está presente lo suficiente o no. "Es una cosa media, hay posibilidad de mejora, la Unión Europea está dando un gran impulso, y en nuestro país el ecosistema se está desarrollando muy rápidamente y de manera muy fuerte", explica del Pino, que enumera los programas, las oficinas abiertas, las agencias que se han puesto en marcha... En ese sentido, incide que la Comisión Europea requiere informes científicos para abordar diversas materias. "La Comisión ya no se mueve sin tener una base de informes científicos y en España, CSIC somos 15.000 personas en España (1.200 en la Comunitat Valenciana) y asesoramos de manera sostenida y sistemática con temas como pesca, cambio climático y lo hacemos a través de nuestros institutos".

Si pensamos que cuesta hacer llegar la ciencia al pueblo, la pregunta es si cuesta mucho hacerla llegar a los políticos. "Tenemos que aspirar a llegar a los políticos y convencerlos que la ciencia es un 'input' que debe incorporarse a la toma de decisiones. Debe haber una cierta presión de la ciudadanía y de los medios de comunicación que pidan a los políticos que utilicen la evidencia para tomar decisiones".

La presidenta del CSIC defiende que ahora mismo el interés en la ciencia ha aumentado. "El presupuesto en ciencia del año pasado es el más importante de la historia. Y lo que nos preocupa es la estabilidad en la inversión en la ciencia. Estamos en un muy buen momento y si nos comparamos con otros países vemos que tenemos margen de mejora".

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En este escenario y partiendo de que la ciencia es racional, eso puede chocar con los intereses políticos, con la busqueda del rédito electoral a corto plazo. "Creo que la pandemia nos dio otra visión, que todos están convencidos de la importancia de la ciencia, y fíjese, tenemos que virar hacia un modelo en que la industria del turismo está muy bien, que nos ha proporcionado muchos réditos pero todo el mundo tiene claro que, o somos un país de ciencia o no lo somos, o no vamos a poder competir".

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