El Real de Gandia tendrá un Santo
El papa Francisco ha anunciado la canonización del beato Carmelo para el próximo año
Real de Gandia
El Real de Gandia tendrá su Santo. El papa Francisco ha anunciado que el beato Carmelo Bolta será canonizado. Será el segundo Santo de la comarca, después de San Francisco de Borja. Hay que recordar que Carmelo Bolta nació en El Real de Gandia, fue jesuita y murió asesinado, junto a otros compañeros, en Damasco por no querer renunciar a la fe cristiana.
El Beato Carmelo, una vida que terminó en martirio
El beato Carmelo Bolta nació en Real de Gandía en 1803 y realizó noviciado en el convento de San Francisco de Valencia. Ordenado sacerdote en 1829, fue predicador al convento de San Blas de Segorbe y en 1831, con otros 23 compañeros, pasó a la Custodia de Tierra Santa. Después de visitar los principales santuarios fue nombrado presidente del Hospicio de Jaffa.
Durante diez años estuvo dedicado a la enseñanza de los estudiantes de la orden de Jerusalén, siendo durante ese tiempo dos veces superior de Damasco y párroco de los católicos de San Juan de la Montaña.
En octubre de 1858, fue nombrado párroco de los católicos de Damasco y profesor de árabe para los jóvenes sacerdotes y para las escuelas que sostenía la misión católica, cargo que tenía cuando fue asesinado el 10 de julio de 1860 durante la persecución de islamistas drusos.
Fue beatificado un 10 de octubre de 1926, hecho que ya se celebró en El Real de Gandia que se preparan ya para el momento de la canonización, que se espera se produzca a lo largo del 2025.
Persecución a los Cristianos
En la Siria de 1860 se produjo la conocida como "matanza de cristianos" por drusos musulmanes. Por entonces había un monasterio franciscano en la ciudad de Damasco en el cual residían los valencianos Francisco Pinazo Peñalver (Alpuente, 1802) y Carmelo Bolta (Real de Gandia, 1803), junto al resto de franciscanas del grupo. Se refugierron en su monasterio junto a cristianos perseguidos y no los abandonaron pese a no ser un lugar seguros y ser amenazados con la muerte si no se convertían al Islam.