Los guías turísticos alertan del incremento del intrusismo en Alicante y piden un mayor control

Alicante

La Asociación de Guías Oficiales de Turismo de la Comunitat Valenciana alerta de que se ha disparado el intrusismo en Alicante, lo que afecta a la calidad del servicio y a la imagen de la ciudad. Piden a las administraciones controlar a los profesionales para comprobar si están acreditados y evitar problemas como los que se vienen sufriendo últimamente.

Problemas como la masificación de los principales atractivos turísticos de la ciudad debido a que las empresas irregulares suelen dar servicio a grupos demasiado grandes. Por ello, llevan megáfonos para hacerse oír, lo también molesta a los residentes y a otros turistas.

Además, Javier Morales, vicepresidente por Alicante de la asociación autonómica, alerta de que, en muchos casos, no cuentan ni con la capacitación ni con los seguros necesarios, por lo que "se está poniendo en riesgo la experiencia de esos turistas e incluso su salud en caso de accidente", al carecer de seguro, además de fomentarse la economía sumergida.

En este sentido, Morales recuerda que la legislación establece que los Bienes de Interés Cultural solo pueden ser interpretados o explicados por docentes o guías oficiales acreditados. En concreto, el Decreto 62/1996, de 25 de marzo, del Gobierno Valenciano, por el que se aprueba el reglamento regulador de la profesión de guía turístico.

Decálogo de buenas prácticas

Por su parte, ante el incremento del intrusismo en el sector y el impacto negativo que está teniendo para Alicante como destino turístico, el Grupo Municipal de Compromís propone un decálogo de buenas prácticas para promover un turismo responsable, sostenible y respetuoso con la ciudad.

Protocolo que, apunta su portavoz Rafa Mas, tendrá que elaborar la concejalía del área con la Asociación de Guías Oficiales de Turismo de la Comunitat Valenciana, con el sector turístico y con los vecinos.

Entre otras cuestiones, ese protocolo debe apostar por la consolidación de un modelo turístico sostenible, reduciendo los grupos turísticos a 25 personas y prohibiendo el uso de megáfonos para no ocasionar molestias. Además, propone que se coordinen las visitas para que no coincidan varios grupos en los mismos espacios, instalar aseos urbanos y fuentes públicas para la ciudadanía y turistas.

También se pretende fomentar el respeto hacia el patrimonio cultural y natural, luchar contra el intrusismo, y pactar con las asociaciones de comerciantes diversas rutas comerciales y gastronómicas para diversificar el consumo y que no acaben los turistas siempre en los mismos establecimientos.