Un año de censura: consecuencias del pacto de gobierno PP-Vox en la Comunitat Valenciana

València

Hace nada, en la víspera del día del orgullo, veíamos en redes sociales como un agente de la Policía Local retiraba la bandera arcoíris que concejales de Compromís habían colgado del balcón del Ayuntamiento de València donde desde noviembre no lucen banderas de ningún tipo por un acuerdo de PP y Vox.

Es un ejemplo más de una larga lista que comenzó con un acuerdo similar en el ayuntamiento de Náquera hace un año después de que, desde la calle, amenazaran a un vecino que colgaba en su balcón una bandera arcoíris.

En este año que ha transcurrido, más allá de banderas, en Borriana Vox se oponía la compra de dos películas: 'Barbie', por reflejar el empoderamiento de la mujer; Y '20.000 especies de abejas' por tratar el tema de la transexualidad. Hasta el colegio Colegio de Bibliotecarios y Documentalistas de la Comunitat Valenciana ha denunciado las intenciones de Vox de censurar libros sobre diversidad y desarrollo sexual en las secciones infantiles.

Y no podemos olvidar tampoco como varios ayuntamientos del tándem PP-Vox ha cancelado sus suscripciones con publicaciones en valenciano alegando un motivo económico. Motivo que no parece convincente: las suscripciones oscilan entre los 20 y los 55 euros al año. Y en algún caso las revistas llegaban gratis al ayuntamiento.

En les Corts, que preside Vox, se ha suprimido el Premi Guillem Agulló contra los delitos de odio (Guillem Agulló era un joven antifascista) y el día después de la aprobación de la ley de amnistía la presidenta ordenó la lectura del artículo 2 de la constitución, donde se habla de la unidad de España. Y son solo algunos ejemplos.

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