Criminología azul: la contaminación acústica marina podría llegar a los tribunales
Investigadores de la Universidad de Alicante y la UJI de Castellón defienden la importancia de integrar la contaminación acústica dentro del Derecho Penal Internacional
César Bordehore (UA) y Esteban Morelle-Hungría (UJI), abordan la contaminación acústica marina y la "criminología azul" en Hoy por Hoy Alicante
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Alicante
Comienza el verano y con ello las playas se llenan de gente, momento en el que las especies marítimas comparten su convivencia con el ser humano. A nadie le sorprende ir caminando por la orilla y ver carteles informando sobre el cuidado de las playas, donde no se debe tirar plásticos ni colillas. Pero, ¿qué se dice al respecto de la contaminación acústica marina, si se considera uno de los peligros que afectan al entorno de mares y océanos?
Un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante (UA) y de la Universitat Jaume I (UJI), ha realizado un estudio liderado por Esteban Morelle-Hungría, experto en ecocriminología de la universidad castellonense, junto a tres expertos de la Universidad de Alicante: César Bordehore, investigador y profesor del departamento de Ecología; Eva S. Fonfría, investigadora del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio y experta en contaminación marina y los efectos que las actividades humanas causan a sus ecosistemas, y John Y. Dobson, investigador en el Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología, experto en modelización dinámica de sistemas marinos. El estudio ha sido recogido en la revista Kriminologie.
Con esta publicación, han explicado en Hoy por Hoy Alicante, sus autores quieren conseguir "que los impactos derivados de la contaminación acústica submarina lleguen a integrarse dentro del Derecho Penal Internacional".
Criminología azul
A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha identificado este factor como uno de los contaminantes más importantes en el mundo, el ruido generado por los humanos no solamente es un problema que afecta a nuestro día a día, también un factor que altera el desarrollo de algunas especies marítimas, en concreto a los mamíferos. Es entonces cuando entra en juego el término criminología azul, dedicado a investigar el daño medioambiental.
Bordehore y Morelle-Hungría quieren mostrar "la necesidad de crear una legislación que regule correctamente la contaminación acústica submarina, enfocándose sobre todo en aquellos animales que sean más sensibles al ruido". A día de hoy, remarcan, "a nivel internacional se han llevado a cabo acuerdos declarativos reconociendo los problemas que genera el ruido en los animales y las interferencias que sufren al intentar comunicarse entre ellos, pero sin llevar a cabo soluciones para acabar con ello".
"El poco tratamiento que se le da a este tipo de contaminación se debe a que no encaja dentro de los patrones establecidos como delitos ecológicos, con lo que se busca una respuesta que incluya los impactos que genera el ruido en el mar", han incidido los investigadores. Por ello, proponen buscar mecanismos basados en el derecho administrativo, mediante multas económicas e incluso la vía penal, "ya que no donde hay más ruido es donde más se contamina, sino donde afecte más a esos animales", han concluido.