Abocados al agua desalada
La Columna de Carlos Arcaya: Abocados al agua desalada
Alicante
La Marina Alta arrastra una sequía extrema. Altea, en la Marina Baixa, prohíbe llenar piscinas y regar jardines por la falta de agua. Y, sin embargo, en la parte sur de la provincia, desde la capital provincial hasta la Vega Baja, el suministro humano está garantizado por la Mancomunidad de Canales del Taibilla.
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Su presidente, Juan Cascales, nos comentaba el lunes cómo en esta zona no ha habido restricciones desde 2003. Este hecho también tiene su lado negativo, ya que no le damos importancia a que, llueva o no llueva, el agua va a seguir saliendo por el grifo. Por ello, también, pedía que hiciéramos un uso responsable del agua.
Lo que cada vez está más claro -y también lo advertían esta semana desde la Cátedra Aguas de Alicante de Cambio Climático- es que va a llover menos y cuando lo haga lo hará con mayor intensidad.
Por tanto, no queda otra; en este contexto, estamos abocados en cuanto al abastecimiento humano a depender en mayor medida de la desalación en toda la provincia, no solo en la parte sur, en donde el 40 % del agua que consumimos ya es de desaladora. Guste o no guste.
Y, por cierto, aunque aquí no nos vaya a faltar, no desperdiciemos ni gota de agua.