Greenpeace alerta sobre el futuro de la regresión de la costa castellonense con la previsión de retrocesos de más de 50 metros en el litoral sur en 2050
El 80 % de las playas de Castellón sufren afecciones por la regresión del litoral
El 80 % de las playas de Castellón sufren afecciones por la regresión del litoral, según un informe de Greenpeace. Castellón es la provincia de la Comunitat con más problemas derivados de la regresión de la costa.
El informe "Crisis a Toda Costa 2024", elaborado por Greenpeace, ha señalado que si no se frenan las emisiones de CO2 para 2030, el mar subirá 12 centímetros en el Golfo de Valencia, lo que supondrá que las playas pierdan una docena de metros de ancho. Los puntos más afectados serán Moncofa, El Grao de Castellón, Nules, Xilxes y Els Estanys d’Almenara, en el caso de Castellón.
Según el informe, la costa valenciana está en riesgo: la Comunitat empezará a perder playas en los próximos diez años. Se notará sobre todo en el Golfo de Valencia. En el tramo comprendido entre el Puerto de Castellón y el de Sagunto, los estudios llevados a cabo por el Centro de Estudios y Experimentos de Obras Públicas (CEDEX) muestran el retroceso esperado que experimentarán sus playas desde la actualidad hasta 2050, que parte desde los 58 metros en el caso de Nules.
Zonas más afectadas en Castellón
En ese informe se recoge como ejemplo del aumento de los eventos meteorológicos extremos las "supertormentas" que sufrieron varias localidades del sur de la provincia como Nules, Burriana o Almenara con inundaciones y granizadas.
Según el informe, el mayor impacto en cuanto a biodiversidad y zonas de especial protección se da en la playa de Moncofa, que se verá inundada en un plazo de seis años.
En el caso del Marjal de Peñíscola, la inundación se producirá solo en los escenarios de emisiones más desfavorables. Según los expertos, entre los seis espacios naturales del litoral de la Comunitat que se encuentran en peligro, está el Prat de Cabanes-Torreblanca.
Factores que propician la regresión
La subida del nivel del mar, el aumento de la temperatura marina, la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos y el turismo masivo, son las principales causas de peligro.
Más información
Greenpeace señala los riesgos por exceso de urbanización e infraestructuras, contaminación, la construcción de barreras artificiales (como diques, espigones, paseos marítimos o puertos deportivos), el despilfarro de recursos naturales y el encauzamiento, soterramiento y desvíos de cauces fluviales.
Desde la organización advierten que todas estas actuaciones han provocado desequilibrios que se traducen en el retroceso y la pérdida de las playas, y con ellas, su función de barrera protectora, lo que supone un riesgo para millones de personas residentes en el litoral.