SER Deportivos Valencia
Fútbol

¿Qué pasa con Castillejo? Una salida que se dilata y sin pronta solución

El jugador sigue con vacaciones forzadas y el Valencia sigue sin quitarse de encima la losa de su salario... Y no se avista una solución

El centrocampista malagueño Samu Castillejo, ahora en el Valencia

Valencia

El caso Samu Castillejo se está dilatando en el tiempo y se ha convertido en un 'quiste' para la planificación de la plantilla del Valencia para la campaña 24-25. Desde que arrancó el mercado el pasado mes de junio ya se antojaba complicado encontrar una salida al problema que supone tener comprometida una ficha de tres millones de euros brutos por un jugador al que Baraja no quiere ni ver por Paterna.

Hubo un atisbo de ilusión en Valencia cuando se confirmó que el Málaga -el equipo de su corazón- volvía a Segunda División y él hizo unas declaraciones dejando abiertas las puertas a esta posibilidad. Pero nada más lejos de la realidad. Como ya les contó esta casa, el Fair Play Financiero imposibilitaba esta opción 'romántica' de la vuelta del hijo pródigo a La Rosaleda.

Esta posibilidad subió como la espuma nada más ascender el Málaga pero muy pronto bajó. Y, desde entonces, nada. Ni el Valencia ni el jugador, que rompió con su último representante y se maneja solo junto a su abogado, han logrado encontrar una salida que satisfaga a las partes. O lo que es lo mismo, no han encontrado un club que pueda garantizar el elevado salario del futbolista para que salga.

Por lo que el jugador, aunque sigue alargando sine die sus vacaciones, sigue perteneciendo al Valencia, que debe pagarle su salario y, por tanto, lo tiene comprometido. Lo que, siguiendo las directrices de mercado singapurenses -para entrar deben dejar salir-, ha provocado situaciones como la de Luis Rioja, que lleva semanas esperando en el Alavés que el Valencia acceda al pago de 1,5 millones de euros para lograr su traspaso, algo que suena a quimera mientras Castillejo siga en el Valencia.

El riesgo de perder a un extremo que Baraja quiere, porque puede marcharse a otro equipo como Osasuna que le pretende y sí pague al Alavés, existe, como ocurrió en enero con Carlos Vicente o el pasado verano con Canós, que acabó en Mestalla pero por un exceso de paciencia del futbolista que esperó lo que no está escrito.

Y los días van pasando: todo junio, todo julio y ahora todo agosto por delante. Y, a tenor de lo visto en el mercado, hay quien piensa dentro del Valencia que esto va a permanecer enquistado buena parte del mes. La opción de rescindir llegando a un acuerdo económico -el jugador puede pedir todo o buena parte de su salario- existe como última opción. Antes habrá trabajadores del Valencia que deberían ir poniéndole velas a su santo preferido para que aparezca un club que convenza a Castillejo poniéndole sobre la mesa todo o buena parte de lo que tiene garantizado en el Valencia. Algo que, dicho sea de paso por las dos malas temporadas que acumula en cuanto a rendimiento, no se antoja fácil.

Porque si esto último no ocurre y el Valencia debe aportar económicamente para deshacerse del futbolista, todo ese dinero destinado irá en detrimento de un extremo que esté en el mercado y que Baraja sí quiera en su vestuario. Máxime si el club de Mestalla no hace ninguna de las ventas 'gordas' (Mamardashvili, Mosquera, Javi Guerra...). Y en esta tarea de encontrar la solución menos perjudicial posible al caso Castillejo también tiene mucho que hacer Corona, porque esto también va en esa tarjeta de director deportivo de la que le gusta tanto hacer gala. Seguimos descontando días y ya estamos en agosto....

Chimo Masmano

Redactor de Deportes en Radio Valencia