Acció Ecologista-Agró advierte que las prácticas de prevención de incendios están mal gestionadas: "Deben adaptarse a las nuevas exigencias ambientales"

València

El 80% de los incendios forestales en la Comunitat Valenciana se originan por causas humanas. Según datos facilitados por la Administración, en la mayoría de los casos el fuego es provocado de forma consciente, pero también puede deberse a negligencias técnicas.

Ejemplo de ello es el incendio de Benasau, que esta pasada semana se inició por una chispa de una radial mientras se realizaban unos trabajos en la zona. Y, aunque las administraciones invierten una gran cantidad de dinero en prevención de incendios, la asociación ecologista, Acció Ecologista-Agró, advierte que estas labores están "mal gestionadas".

Carles Arnal, portavoz de la Comisión Forestal de Acció Ecologista-Agró, cree que, con el cambio climático, las prácticas tradicionales de prevención de incendios deberían modificarse. Explica que actualmente estas tareas solo se centran en la eliminación masiva de la vegetación, en lugar de aplicarse otras medidas que resultarían más efectivas y pone como ejemplo la quema de restos agrícolas.

Se trata, por tanto, de repensar el modelo actual de prevención de incendios, que, según Arnal, "se ha quedado anticuado". Algo que no supondría un gasto excesivo para las administraciones, teniendo en cuenta que el presupuesto destinado a estas labores es ya, de por sí, elevado. "Nos referimos a medidas reguladoras, de vigilancia, de disuasión; en definitva, de encontrar alternativas a prácticas de riesgo", añade Arnal.

Insiste en que todas estas actuaciones no necesitan "enormes inversiones", de hecho, generarían puestos de trabajo permanentes y cualificados. A ello, según Arnal, se suma que no impactarían de forma negativa sobre el territorio: "Como en el caso de los incendios provocados por negligencias, la alternativa más frecuente son las quemas de restos agrícolas, estas darían beneficios económicos adicionales y reducirían el número de accidentes a los agricultores".

"Inercia" de los partidos políticos y técnicos forestales

Arnal se pregunta por qué, conociendo otras alternativas más efectivas para evitar este tipo de incendios, no se actúa en consecuencia. Los datos están ahí. No es falta de información, ni tampoco de desconocimiento: Arnal apunta a la "inercia" de los partidos políticos y técnicos forestales, que impide aplicar tareas de prevención adecuadas para el entorno.

En ese sentido, Arnal insiste en que no se debe jugar todo a una carta, que eliminar toda la vegetación no es la opción más viable y que se deben considerar otras medidas adaptadas a las nuevas exigencias ambientales. "Es necesario redirigir el presupuesto que se utiliza para otras actividades que no paralizan el fuego. La mayoría de incendios pueden evitarse, y se deben evitar", concluye Arnal.

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