Rafa Torres (Confecomerç): "El Gobierno encontró una víctima fácil en el pequeño comercio, nunca creyó en las medidas de ahorro energético que nos impuso"
El presidente de la Confederación Española de Comercio, y que también preside la entidad a nivel autonómico, revela cómo el Ejecutivo nunca tuvo la intención de implantar medidas de ahorro en la crisis energética de 2022
Entrevista a Rafael Torres, presidente de Confecomerç (13/08/2024)
17:04
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València
El pequeño y mediano comercio advierte del grave problema de relevo generacional al que se enfrenta el sector, por el que reclama ayuda a las administraciones para resolver una situación que condena a los establecimientos a la desaparición. También piden al Gobierno de España flexibilidad a la hora de implantar la llamada jornada laboral de cuatro jornadas.
Y es que, según explican los propios comerciantes, la medida no solo busca fomentar la conciliación familiar de los trabajadores, sino también lograr mayor eficacia en la producción. Tienen sentido, dicen, en actividades con muchos asalariados, como es el caso de la industria, pero no en sectores como el pequeño y mediano comercio, donde apenas hay personas contratadas y donde la presencialidad es trascendental para la actividad, como recordaba en Hoy por Hoy Comunitat Valenciana Rafael Torres, el presidente de Confecomerç, la confederación valenciana de comercio.
Respecto al relevo generacional, se muestra "muy preocupado". Según un sondeo interno, la mayoría de locales que están cerrando lo hacen por jubilación. Negocios que, afirma Rafael Torres, son rentables pero que no pueden continuar porque no hay reemplazo generacional. Por eso solicita ayuda a las administraciones para estimular la entrada de profesionales en el sector y les recuerda que el pequeño comercio es una actividad que vertebra barrios y ciudades.
Medidas de ahorro energético
Además, Rafael Torres ha desvelado en la SER que el Gobierno de España "nunca se creyó las medidas que impuso al pequeño comercio hace dos veranos", cuando le obligó a colocar el aire acondicionado de sus establecimientos a una temperatura mínima de 27 grados.
Una medida poco dialogada, dice, que el ejecutivo de Sánchez aplicó "para quedar bien con Europa" ante los problemas energéticos de países como Alemania provocados por el estallido de la guerra en Ucrania. Según Torres, el pequeño comercio fue "la victima fácil" que se buscó para presumir de que aplicaba iniciativas en este sentido. Ellos, asegura, respondieron con responsabilidad y redujeron la climatización de sus locales, aunque también reconoce que casi nadie pudo aplicar la otra medida: la de la obligación de las puertas automáticas.
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