"Imagina que una persona tuviera que dividir su sueldo en tres años y estar dos sin cobrar": los productores de aceite del Baix Maestrat prevén quedarse sin cosecha

Rossell

A unos pocos meses de empezar la campaña de recolección de la aceituna en la provincia de Castellón, productores de comarcas altamente generadoras, como el Baix Maestrat, ya prevén números inferiores a los registrados hace dos años en la zona, cuando la cosecha a penas alcanzó el 10 % de lo común.

"Una cosecha 0"

"El año pasado tuvimos una cosecha buena o normal, puede ser porque al año anterior a penas hubieron, y este año tendremos una cosecha 0", afirma Arturo Zaragoza, productor de Rossell, que denuncia en el programa Hoy por Hoy Castellón que "todos los productos tuvieron ayudas al estallar la guerra de Ucrania, excepto la viña y la oliva, que se quedaron fuera".

"Imagina que una persona normal tuviera que dividir su sueldo en tres años y estar dos sin cobrar. Es totalmente insoportable. Si la administración no nos echa una mano y consigue que la gente puede sobrevivir tendremos un problema serio, porque mucha gente dejará sus explotaciones y de proveer aceite", comenta Zaragoza.

A esto se suma, además, el coste del mantenimiento que requieren los cultivos aunque de ellos no se obtenga cosecha para que, si las condiciones lo permiten, al año siguiente pueda haberla: "No puedes permitir que un árbol se quede sin hoja porque perderías el trabajo del año siguiente", aclara Zaragoza sobre uno de los muchos tratamientos y mantenimiento que requieren a lo largo del año, comportando un gasto considerable para los agricultores.

Molinos que ya prevén no abrir

Explica que desde 1990 no registraban una cosecha como la prevista y ya advierte que las almazaras están replanteándose no abrir, por la falta de rentabilidad de las mismas. La alternativa que planean es la unificación de varios molinos para hacer frente a esta tesitura.

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El margen de beneficio de los supermercados, en un 75 %

Esta misma semana la Unió Llauradora i Ramadera ha vuelto a advertir, además, de otro de los grandes problemas a los que se enfrentan los productores: la diferencia entre lo que perciben en origen y lo que pagan después los consumidores en los lineales, es decir, en los supermercados.

Según el sindicato, si se compara el mes de julio de 2023 respecto al mismo mes de 2024, el precio que recibe el productor se incrementa ligeramente un 3%, pasando de 7,22 €/kg en julio 2023 a 7,42 €/kg en julio de 2024. Mientras tanto el precio que paga el consumidor en supermercado e hipermercado se incrementa un 55%, pasando de 8,40 €/kg que valía en julio de 2023 a los 13 €/kg de julio de 2024.

Además, según este estudio elaborado por la Unió, el margen de beneficio de los supermercados e hipermercados sobre los productores se ha incrementado este pasado mes de julio respecto al mismo mes del pasado año un 59%. Mientras en 2023 fue del 16%, durante este año se eleva ya hasta el 75%.

"Los grandes engañados siempre hemos sido el productor, que no cobramos lo que toca, y el consumidor que, no paga lo que vale. Hay alguien en medio que se está llevando una cantidad importante", concluye Zaragoza, que alerta de que si se marca un precio de venta al consumidor que no tiene en cuenta los gastos de producción, los productores que no obtengan beneficios dejan de mantener la actividad".