Josep de Ribera reinará en su ciudad natal, Xàtiva, desde el 9 de septiembre
La obra “Magdalena penitente” se podrá ver en el Museo de Bellas Artes hasta el 4 de octubre. La exposición tendrá una programación paralela de actividades
El concejal de cultura, Alfred Boluda, sobre la cesión de "La Magdalena Penitente" de Josep de Ribera
El 9 de septiembre, se presentará en Xàtiva el cuadro “Magdalena penitente” de Josep de Ribera. Gracias a una iniciativa de Telefónica, que cumple su centenario, esta obra, que se expone en el Museo del Prado, se podrá ver en el Museo de Bellas Artes, en la ciudad natal de este artista hasta el 4 de octubre. La exposición tendrá una programación paralela de actividades que ayudarán a conocer la obra y al pintor, pintor muy presente en la ciudad pues, por ejemplo, da nombre a un instituto de secundaria y bachillerato, a una bienal internacional de granado y a una de las plazas de la ciudad que incluye su escultura. Durante la reciente Fira de Xàtiva ya se hizo un "guiño" a este evento cultural.
El concejal de cultura, Alfred Boluda, en "Hoy por hoy" ha explicado a Jordi Company esta iniciativa, las características de la obra que se va a exponer y la importancia que tiene para la ciudad.
Destacar que no ha hecho falta intervención alguna para acoger la obra, que el museo de Bellas Artes tiene las condiciones idóneas para exponerlo. Al acto de presentación, además de directivos de Telefónica, asistirá el director del Museo del Prado, Miguel Falomir.
El arte que conecta
El Museo del Prado cederá temporalmente el cuadro dentro de la iniciativa 'El arte que conecta' con la colaboración con Telefónica.
Mediante este programa, El Prado cederá obras de los grandes maestros de la pintura española y europea a museos repartidos por toda España para conectar a las personas con la cultura.
En total, 18 museos recibirán alguna de estas obras y una de ellas será el Museo de Bellas artes de Xàtiva, que contará entre el 9 de septiembre y el 5 de octubre con la pieza 'Magdalena penitente' de José de Ribera 'el Españoleto', "uno de los setabenses más reconocidos y uno de los pintores barrocos más importantes de la historia", destaca el Ayuntamiento en un comunicado.
De este modo, Xàtiva se convierte "en un polo de atracción cultural compartiendo esta iniciativa con otros museos de localidades como Cartagena, Melilla, Mérida, Avilés, Granada, Ceuta, Santa Cruz de Tenerife, Zamora, Lugo, Lleida, Briones (La Rioja), Albacete, Palma de Mallorca, Tudela (Navarra), Huesca, San Sebastián o Santander".
Estas localidades contarán con obras de otros maestros de la pintura como por ejemplo Velázquez, Goya, El Greco, Rubens, Anton van Dyck, Zurbarán o Murillo.
"Si alguien cree que esto es descapitalizar el Prado no prestaríamos nunca ninguna obra en ninguna exposición. Eso sí, luego la gente quiere que en Madrid tengamos buenas exposiciones", ha asegurado el director del Prado, Miguel Falomir, ante los medios de comunicación, al finalizar la rueda de prensa, y ha rematado diciendo que "no" es descolonizar la institución.
Falomir ha reconocido que su "obsesión" es que el Prado sea "un Museo Nacional en el sentido real del término". "Desde que llegué a la dirección, para mi ha sido una obsesión que el Prado sea un Museo Nacional. Siempre lo hemos presentado así y creo que es algo que debemos hacer. No va en menoscabo de nadie, al revés, va en beneficio de todos", ha afirmado.
Además, el director de la pinacoteca ha señalado que el proyecto "no tiene absolutamente nada que ver" con que Cultura quiera descolonizar los museos españoles. "Esto es una actividad del Prado, independientemente de quién sea el ministro o el partido político que esté al frente del gobierno", ha indicado.
'El arte que conecta' es una iniciativa creada en colaboración con Telefónica y, como ha recalcado Falomir, profundiza en la celebración del bicentenario en 2019 de la institución, que comenzó con 'De gira por España'. "Esto es una idea, un compromiso que tenemos desde hace mucho tiempo", ha asegurado.
El proyecto permitirá que hasta el 8 de diciembre, 18 museos de 18 localidades de toda España exhiban de manera temporal algunas obras maestras. "Es una iniciativa de gestión compleja que refrenda el carácter nacional y transterritorial del Museo del Prado", ha comentado el coordinador general de Conservación del Museo del Prado de Madrid, Víctor Cageao.
Seguridad y concejales ambientales
Falomir también ha explicado que los dos criterios principales para elegir los museos han sido que cumplan los requisitos de seguridad y condiciones ambientales y llegar a "aquellos poblaciones donde normalmente no tienen la fortuna de tener acceso directo a obras de esta envergadura".
"Hemos intentado llegar a aquellos lugares que nos ofrecían, en primer lugar, instituciones que garantizaban las condiciones de exposiciones de las obras había que tener, tanto en términos de conservación como seguridad, aseguran que las obras van a estar bien, pero intentando evitar las grandes ciudades. ¿Qué sentido tiene llevar una obra del Museo del Prado a Barcelona, donde constantemente estamos prestando obras, o a Sevilla, o a València, o a Bilbao?", ha señalado.
La obra
El cuadro "Magdalena penitente" es una obra destacada del barroco español, pintada aproximadamente entre 1641 y 1647. Ribera, que pasó gran parte de su vida en Italia, fue un maestro del tenebrismo, una técnica caracterizada por el uso dramático de la luz y la sombra.
En esta pintura, María Magdalena es representada en un momento de profunda reflexión y arrepentimiento. La figura de la santa está sumida en un ambiente sombrío, apenas iluminada por una fuente de luz que enfatiza su expresión de dolor y penitencia. Magdalena aparece con la cabeza inclinada y los ojos entrecerrados, en una actitud de recogimiento. En sus manos sostiene un cráneo, símbolo de la vanitas, que recuerda la fugacidad de la vida y la inevitable realidad de la muerte.
El uso del claroscuro por parte de Ribera no solo realza el dramatismo de la escena, sino que también subraya la dimensión espiritual de la penitencia. La textura detallada de las ropas y la piel de Magdalena es característica del estilo naturalista de Ribera, quien buscaba plasmar la realidad con una crudeza casi tangible.
El cuadro es un ejemplo sobresaliente de la habilidad de Ribera para combinar la técnica pictórica con una profunda carga emocional y espiritual, creando una obra que trasciende la mera representación religiosa para adentrarse en lo universal del sufrimiento y el arrepentimiento humano.