"La factura de estos meses alcanza los 50.000 euros, mucho dinero para los agricultores": las consecuencias de la "única" alternativa del campo en plena sequía

Castellón

Comunidades de regantes de áreas como el Millars arrastran casi cuatro meses con restricciones del 10% en el riego de sus cultivos. Los pozos de sequía son la única solución viable a la que recurren agricultores afectados de la Plana Baixa, pero que les supone un incremento notable de sus costes de producción. Factura del agua que asciende hasta los 50.000 euros mensuales y que sumados al contexto económico del sector, complica más su situación.

Gonzalo Nebot, miembro de la comunidad de regantes del Pla Redó, ubicado en la Plana Baixa, asegura en declaraciones a Radio Castellón - Cadena SER que en los meses de consumo más punteros, como julio y agosto, la factura esté "entre 40.000 y 50.000 euros al mes y eso es mucho dinero para los agricultura. Los pozos suponen un extra de 15.000 euros mensuales a los que hay que sumar los gastos por averías".

Problemas entre comunidades vecinas

Nebot explica que la situación respecto al verano pasado ha cambiado mucho y que la dependencia de los pozos de sequía está produciendo algunos problemas de abastecimiento. Los pozos utilizados por esta comunidad se ubican junto a los empleados por la comunidad de regantes colindante, la de Betxí. Un escenario que podría acabar generando problemas entre comunidades vecinas al tener que recurrir todos al agua de una misma zona.

"Cuando alguno de nuestros pozos está funcionando, de alguna forma estamos secando uno de sus pozos. Esto quiere decir que si ahora mismo ya tenemos una especie de competencia con comunidades de regantes vecinas, en un futuro las tendremos entre los miembros de una misma comunidad. Síntoma de que la cosa no va bien", apunta Nebot.

Las lluvias mejoran, pero queda mucho

Sobre las lluvias de estos meses de verano explican que meteorológicamente la situación ha mejorado, pero comentan que al tratarse de lluvias concentradas en zonas de costa y acompañada de piedra, no son aprovechables.

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Pascual Broch, presidente de la Federación de Regantes de la Comunitat Valenciana señala que al tratarse de una sequía arrastrada desde hace un par de años, los cambios tardarán en verse. "Antes llovía en la montaña y podías aprovechar ese agua en los pantanos, pero ahora llueve más en la cosa y ese agua no la puedes aprovechar, porque lo que llueve en Vila-real, por ejemplo, en dos días acaba en el mar", comenta Broch.

Contexto económico complicado

En todo caso, los productores lamentan que el incremento de costes a raíz de los pozos de sequía son un añadido más a su complicado contexto económico, marcado entre otras cuestiones, por el aumento del margen de beneficios que sufren los agricultores