La Comunitat Valenciana, a la cabeza en muertes por ahogamiento en espacios acuáticos
Juan Lacomba, miembro de la Federación Valenciana de Salvamento y Socorrismo exige en la SER un mayor intervencionismo por parte de la administración autonómica que ayude a frenar las preocupantes cifras
València
En lo que llevamos de año, la Comunitat Valenciana ha registrado el mismo número de muertes por ahogamiento que en todo 2023. De hecho, la valenciana es la autonomía donde más personas fallecieron mientras se bañaban en una playa, un río o una piscina. Los expertos en Salvamento y Socorrismo señalan que la gravedad de las cifras debería despertar la intervención de la Generalitat para romper la tendencia alcista de la estadística.
Y es que, durante los primeros ocho meses de 2024, han sido casi medio centenar las personas que han perdido la vida en espacio acuáticos. Las circunstancias son variadas y las razones, mucho más complejas. Sin embargo, en la Federación Valenciana de Salvamento y Socorrismo consideran que gran parte de estos casos son evitables. Para ello, aseguran, se debe "fomentar la cultura del agua, haciendo que los niños y las niñas aprendan a nadar en etapas tempranas", y mejorar la información que se ofrece a visitantes y turistas, ya que la mayoría de ahogados son extranjeros que desconocen nuestros códigos.
Juan Lacomba, miembro de la entidad, echa en falta una normativa autonómica más ambiciosa en materia de prevención. Pone el ejemplo de la habilitación de los socorristas: "Aquí tenemos una excesiva laxitud a la hora de ofrecer la titulación. Cualquiera que haga un curso online o asista a clases de 20 horas lectivas puede ser socorrista. Eso es un problema y Conselleria es quien puede trabajar la legislación".
Además, durante su paso por el magacín Hoy por Hoy Comunitat Valenciana, ha lamentado que existan diferencias en los servicios que se prestan en las distintas playas. En ese sentido, ha animado a las instituciones a "acabar con la precariedad de los materiales y las condiciones de trabajo": "Que un socorrista cobre mil euros y que los equipos de rescate no se revisen también influye en las cifras. No es una causa directa, pero todo está relacionado".
Y una última alerta: la de la falta de vigilancia en piscinas privada, donde cada vez se producen más ahogamientos. "Hay comunidades de vecinos que mantienen abierta la piscina cuando el socorrista finaliza su jornada laboral. Si no hay vigilancia, las instalaciones tienen que estar cerradas, sí o sí", ha apuntado.
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