La ampliación del bypass aleja la inversión pública en el acceso norte al puerto

València

Que el bypass se ha quedado pequeño es algo que nadie discute, y que la ampliación es necesaria, tampoco. Sobre todo por su carácter estratégico: recordemos que la AP-7 es la principal arteria norte-sur en el mediterráneo occidental. Un colapso de la misma genera repercusiones negativas en los desplazamientos de personas y mercancías tanto en largas como en cortas distancias. Y es cierto, la ampliación generará impactos sobre el territorio, pero es aquello de que para hacer una tortilla hay que romper unos huevos.

Y una cosa más que me parece relevante: apostar por la ampliación del bypass es apostar por la entrada de las mercancías por la V-30 y por la puerta sur del puerto de València, enterrando para siempre cualquier inversión pública en el anhelado acceso norte al puerto, ese túnel para camiones desde Alboraya hasta la ampliación norte del que algunos no quieren hablar en público pero al que no renuncian en privado.

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