Ontinyent quiere un nuevo espacio turístico

El Ayuntamiento de Ontinyent habilitará como espacio urbano un edificio de la C/Muralla en el barrio de La Vila para mejorarla en torno al “paso de guarda” resultante de las obras actualmente en ejecución en la Muralla Norte.

En concreto, el consistorio ha sacado a licitación el proyecto básico y de ejecución de habilitación con derribo parcial, desescombro y ordenación para uso público de la construcción emplazada en la calle Muralla nº26 de la ciudad, por un importe máximo de licitación de 74.995’85 euros IVA incluido, y un plazo de presentación de ofertas hasta el próximo 12 de septiembre.

Útil para la ciudadanía

El concejal de Territorio, Óscar Borrell, destacaba “la conversión de un espacio en ruina en un entorno útil para la ciudadanía” con esta actuación, aprobada previamente por la Comisión Municipal de Patrimonio, que servirá para delimitar la “Ronda Norte” de la muralla y permitirá la integración paisajística de la parcela. El inmueble donde se interviene consiste en una edificación destinada originalmente a vivienda construida en el primer tercio del siglo XX según catastro, pero de origen anterior según se desprende de la tipología constructiva. La parcela donde se ubica se sitúa confrontando con la Muralla Norte, objeto de restauración con un proyecto en fase de ejecución en la actualidad.

Según consta en el proyecto de la actuación del inmueble de la calle Muralla nº26, “se considera de particular importancia en torno a la calle Muralla, y la parcela ámbito del presente proyecto, para conseguir la adecuada integración paisajística, formando parte de la fachada fluvial del barrio de la Vila. Todo esto con el objetivo futuro de realizar un recorrido por la cornisa superior de la muralla, y mantener el valor paisajístico del entorno desde el río y desde los miradores del costado sur de la cama”.

¿En qué consiste la obra?

La obra supondrá el desmontaje y retirada de los elementos constructivos inestables o completamente deteriorados, desescombro y ordenación y acondicionamiento del espacio resultante para uso público, manteniendo los elementos que se consideran estables, como son parte de las fachadas, con la condición de mantener el vestigio del existente, y delimitar la “Ronda Norte” de la muralla, además de permitir la integración paisajística de la parcela.