El Levante UD encuentra un nuevo registro con Carlos Espí

Valencia

Con la máxima humildad con la que trabaja todos los días, pero con la misma determinación con la que gana sus duelos crece la carrera de Carlos Espí.

Su irrupción en el fútbol profesional se encuentra en fase embrionaria por una cuestión de puntería. Si Espí hubiera acertado ante la portería del Cartagena estaríamos hablando de un hat-trick en 10 minutos de participación y del nacimiento mediático de una estrella.

El Levante sabe que tiene un diamante de 19 años por pulir y Julián Calero es el elegido para ir poco a poco moldeando a un delantero de muchos quilates con un contrato recién renovado hasta 2027.

Sus 194 centímetros son una amenaza para cualquier defensa. Además, le acompañan otras virtudes como la potencia en carrera y un poderoso remate de cabeza. Su capacidad para entender el juego le convierte en el especialista en hundir a la zaga rival por aplastamiento o atrayendo las vigilancias del oponente en su figura.

Yo no lo vi primero, como tampoco terminó de verlo el Valencia CF cuando Espí jugaba en un club convenido como el Alzira. El Levante fue el que apostó por un chaval de Tavernes de la Valldigna y que la estaba rompiendo desde categorías inferiores.

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Yo no lo descubrí hasta los cuartos de final de la Copa de Campeones ante el Atlético de Madrid, a la que llegaba con una trayectoria de 15 goles en categoría juvenil, otros cuatro anotados en algún escarceo con el filial y que llamaron la atención del seleccionador José Lana, que lo convocó con la sub-19. En el debut con la rojita no faltó a su cita con el gol y firmó un doblete ante Noruega.

Lo que si vi, en su estreno goleador en Orriols frente al Alcorcón, es que estamos ante un delantero de enorme envergadura en todas las acepciones de la palabra y que afortunadamente le va a dar un nuevo registro al conjunto granota, que empezaba a mostrar los primeros síntomas de absoluta dependencia de la magia de Carlos Álvarez y de la fe de Brugui en cada acción ofensiva.

Morales, Iván Romero y Fabricio son atacantes para jugar al espacio. Sin embargo, el físico de Espí ayudará a mantener la posesión en campo contrario y sus descargas permitirán que el Levante descanse con el balón, haciendo que cada intervención desde la segunda línea sea letal con Carlos Álvarez y Brugui como elementos indetectables.

Ya explicó Miñambres las razones que impulsaron a vender a Mohamed Bouldini por 300.000 euros al Deportivo de la Coruña. Todo responde al ahorro económico de un salario importante, a un hipotético retorno de la inversión al mantener un 25% de una futura venta, pero fundamentalmente a los muchos minutos de calidad que dispondrá Carlos Espí, que como empiece a enchufar será el tapado de la categoría.

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