Por dignidad y por respeto a Mª Jesús, a Arturo y a todos nosotros, hay que cambiar ya ese dichoso ascensor

Alicante

Llego la libertad educativa, se acabaron las imposiciones, es el curso del cambio, pero para María Jesús y su hijo Arturo es el curso de la vuelta a las andadas.

El ascensor del Voramar vuelve a estar estropeado ya el primer día de colegio. Como lo estaba, dicen, cuando se fueron de vacaciones en junio. Y a cualquiera que vea las imágenes que tenemos colgadas en la web de Radio Alicante se le tiene que partir el corazón.

Decía el alcalde Barcala en el Colegio Benalúa, cuando un pequeño le pedía aire acondicionado en las aulas, que hay que atender las prioridades. Y qué hay más prioritario que una mujer deje de subir a cuestas a su hijo a clase, algo que lleva haciendo desde que tenía seis años, porque las averías son recurrentes. Ahora, para el chaval, que pesa 43 kilos, la cosa ya no es un juego y empieza a no entender nada.

Somos muy dados a hablar de cambio o libertad de esa forma tan grandilocuente, tan de cara a la galería y tan alejada de esas pequeñas cosas, mucho más prosaicas, más pedestres que deben funcionar para que se noten los cambios o para que nos sintamos libres.

Por dignidad y por respeto y ya no solo a María Jesús y a Arturo, sino a todos nosotros, hay que cambiar ya ese dichoso ascensor.

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