La historia de Laura, una vecina de Benidorm que sigue buscando a su hijo 44 años después

Benidorm

Laura, que vive en Benidorm desde hace cinco años, dio a luz a su segundo hijo en el Hospital General de Alicante en 1980. A los dos días de tenerlo junto a ella una enfermera a la que no había visto antes se lo llevó para hacerle la prueba del talón. Su marido, al final de la jornada, insistió en ver al niño y conocer su estado. Lo expulsaron del centro hospitalario debido a su enfado y de madrugada les comunicaron por teléfono que el niño había muerto.

Laura y su marido querían enterrarlo en Villena, su ciudad natal, pero el hospital les aseguró que tenia que ser en una fosa común en la capital provincial. Ante su indignación la respuesta, según cuenta todavía conmocionada la madre, fue que si no lo querían enterrar en la fosa el cuerpo sería utilizado para experimentos. Así pues aceptaron la propuesta y les entregaron una caja precintada.

En 2023 Laura consiguió que un juzgado ordenara practicar una diligencia de exhumación en el lugar donde presuntamente habían depositado a su hijo y en la caja se hallaron los restos de un brazo de adulto. Sin embargo, la investigación fue cerrada.

Casi 200 familias afectadas en la Marina Baixa y un limbo jurídico

La Asociación de Víctimas de Bebés Robados y Adopciones Irregulares de Alicante (AVA) ha llevado a cabo un censo de inhumaciones de fetos y bebés en el cementerio de Alicante desde 1951 hasta 1990. Ese estudio refleja que al menos 192 enterramientos afectan a familias de la Marina Baixa y hasta 65 de Benidorm.

Este colectivo que las agrupa participa activamente en la búsqueda empleando todos sus recursos reivindica, entre otras cosas, una ley estatal que recoja la apertura de exhumaciones para resolver la veracidad del fallecimiento y devolver los restos a sus familias o, en su caso, investigar el paradero del bebé, como ha explicado su secretario Paco Alarcón.

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