La Casa de los Caramelos: una oportunidad perdida

Valencia

Tal y como está el mercado inmobiliario, hacerse con un edificio en el centro de València no está al alcance de cualquiera, tampoco de la Generalitat. Por eso no se entiende que se haya desprendido de un edificio tan bien situado, y mucho menos cuando algunos departamentos de la Generalitat y algunas instituciones públicas autonómicas tienen necesidades de espacio. Pero no, el gobierno valenciano ha decidido no seguir asumiendo los costes de tener la casa de los Caramelos cerrada, y ha optado por la venta, por hacer caja, por ingresar 3 millones de euros que, por cierto, más o menos es lo mismo que lo se le pagó al arzobispado por el edificio. Asegura el Consell que la operación forma parte de un plan de optimización del patrimonio público con la venta de inmuebles en desuso. ¿Cuál será el siguiente? ¿Correos? Porque no hay manera de que la Generalitat defina un uso principal para el edificio.