El Ayuntamiento de València descarta el proyecto del anterior gobierno para el bulevar Federico García Lorca: tendrá varios carriles para vehículos

València

El Ayuntamiento de València descarta seguir adelante con el proyecto del anterior gobierno progresista para el bulevar Federico García Lorca, aquel que planteaba convertir en un gran corredor verde todo el espacio que se ganará con el soterramiento de las vías del canal de acceso ferroviario que resultó ganador del concurso de ideas y que llevaba por nombre "Estrategia Green Leaf".

La concejalía de Urbanismo considera más apropiado volver al proyecto aprobado en 2007, que prevé construir desde el Parque Central hasta la Ronda Sur un bulevar al estilo de las Grandes Vías, pero adaptado a las exigencias del siglo XXI.

El edil Juan Giner explica que, como el soterramiento de las vías no estará terminado al menos hasta 2028, hay tiempo de sobra para estudiar con el Área de Movilidad la mejor planta viaria para ese bulevar, pero la idea es que el 70 por ciento sea infraestructura verde y zona peatonal y el resto se habilite para el tráfico de vehículos, con previsiblemente, aunque no está cerrado, dos carriles por sentido, uno reservado para EMT y taxi, además de un carril bici bidireccional.

Federico García Lorca, un bulevar entre vías

Un proyecto arriesgado

Giner agradece que el anterior gobierno local no vinculara este concurso de ideas a unos fondos europeos, porque así se puede trabajar con tranquilidad sin las prisas que impone Bruselas para finalizar las obras y reconoce que también está entre los objetivos del ejecutivo de María José Catalá implantar nuevas infraestructuras verdes urbanas.

Eso sí, el concejal recuerda que el jurado del concurso de ideas reflejó en el acta que la propuesta ganadora era arriesgada porque eliminaba gran parte de las infraestructuras de comunicación existentes, lo que podría provocar el colapso de San Vicente Mártir y Gaspar Aguilar, y la conexión con la ciudad de la CV-400, la carretera de Torrent, una de las principales vías de entrada, que finalizaría en la V-30.

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Además, las nuevas edificaciones que se construirán allí, unas 5.000 viviendas, tendrían una reducida conectividad y se generaría un muro pantalla entre los barrios de San Marcelino, Cruz Cubierta y Malilla, que quedarían incomunicadas en coche.

En el acta el jurado también puso pegas al proyecto porque no contemplaba las dotaciones escolares mínimas, ni los mecanismos para la obtención de suelo y obligaría a reformular el PAI de Astilleros, algo inviable dado el grado de desarrollo actual.

Se retoma el proyecto de Gustafson

Así las cosas, el concejal Juan Giner cree que la mejor opción es retomar el proyecto de Gustafson de 2007, confía en poder llegar a una acuerdo con la oposición porque, según dice, no será una autopista urbana, si no un bulevar actualizado al siglo XXI.

El responsable de Urbanismo también remarca que todo este nuevo planeamiento sería desde el Parque Central hasta la Ronda Sur. Desde ahí hasta la V-30 el proyecto ganador del concurso de ideas también planteaba continuar con ese corredor verde, pero es algo que todavía se debe estudiar, porque se trata de unos terrenos que se barajan para la futura ampliación del cementerio general y las nuevas cocheras de la EMT.

Oportunidad histórica perdida

La oposición considera que el gobierno de Catalá está provocando, con estas decisiones, que València retroceda al pasado y pierda oportunidades históricas para avanzar en una ciudad más verde y amable.

Es lo que asegura la portavoz de Compromís, Papi Robles, que afirma que Catalá está convirtiendo lo que podría ser una oportunidad histórica en un error histórico.

A su juicio, está haciendo que València retroceda al pasado con modelo de ciudad caducado de 2007 cuando estamos en 2024, necesitamos afrontar los efectos del cambio climático, algo que se pretendía con este nuevo pulmón verde a semejanza del jardín del Turia, que además cosía la brecha histórica entre los barrios del sur y el centro.

"Catalá vuelve a utilizar de nuevo excusas para introducir coches por donde ahora no pasan: está cambiando un corredor verde por una avenida con 4 carriles. Una vez más la alcaldesa demuestra su obsesión por poner coches en la ciudad y su sectarismo por alejarse de todo aquello que dejó previsto Compromís y que ha convertido a esta ciudad en Capital Verde Europea", sostiene Robles.

Por su parte, el portavoz del PSPV, Borja Sanjuan, califica la decisión de "traición" a los barrios del sur, porque "se les niega zonas verdes y castiga con las infraestructuras que el gobierno de Catalá no se atreve a poner en otras zonas".

Sanjuán recuerda que el anterior gobierno había desarrollado “un gran proyecto para que los barrios del sur de la ciudad dejasen de ser el trastero de la ciudad con el PP. Teníamos un gran proyecto para que sus vecinos y vecinas tuvieran su gran jardín del Turia, un gran parque lineal que conectara a todos esos barrios del sur, pero María José Catalá prefiere hacer carriles para coches, prefiere cambiar las vías del tren por carriles para coches y cargarse el gran espacio verde y lúdico que estaba previsto”, ha manifestado.

Ante esta renuncia, el portavoz socialista ha hecho un llamamiento a los vecinos y vecinas del sur para que se movilicen y reclamen su gran infraestructura verde.

“Lo que le queremos decir a los barrios del sur es que hay que movilizarse para evitar que María José Catalá les robe el Corredor Verde. Si sigue adelante con su plan procoches y renuncia a este gran espacio verde, estaríamos hablando de una de las mayores oportunidades perdida para el futuro de la ciudad. Es, de hecho, como si en el río se hubiera decidido tener carriles para coches en lugar del mejor pulmón verde que tiene València”, ha finalizado.

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