Alrededor de un tercio de los alimentos acaba en la basura y es en casa donde más desperdiciamos

Valencia

Ya hace más de diez años que la FAO alertó del problema global del desperdicio alimentario. Según los cálculos de esta institución, alrededor de un tercio de los alimentos que se producen en todo el mundo acaban en la basura.

Precisamente, para revertir estas cifras y evitar este desperdicio han nacido dos iniciativas en València que hemos conocido mejor en 'Hoy por Hoy Valencia'. Se trata de la campaña "La comida no se tira" de la organización Justicia Alimentaria y el proyecto Redona de la Universitat Politècnica de València.

Foco en el comedor escolar

La coordinadora en València de Justicia Alimentaria, Marta Herrero, ha explicado que la campaña que están poniendo en marcha se centra en el estudio y cuantificación de los alimentos que se desperdician en el entorno del comedor escolar. En una primera fase que empezará se harán mediciones de todo lo que se tira en los comedores de cinco colegios de la provincia de Valencia para tener unas cifras concretas sobre el desperdicio alimentario. "Uno de los problemas que tenemos con el desperdicio alimentario es que nos está midiendo realmente lo que estamos tirando y si no conocemos lo que estamos tirando, si no ponemos datos de kilos, no sabemos cuántos metros de lineales de bocadillos, no podemos actuar", ha comentado.

Además, este proyecto incluye sensibilización a la comunidad educativa y medidas posteriores para evitar que esta comida acabe en la basura. No sólo se implicará a alumnado, familias y profesorado, sino también a las empresas que cocinan para los comedores escolares.

Proyecto Redona para evitar el desperdicio en Mercavalencia

Por su parte, Honorat Roig, director de la Cátedra del Proyecto Redona de la Universitat Politècnica de València ha detallado en qué consiste esta iniciativa que básicamente busca que los alimentos que llegan a Mercavalencia de mayoristas no acaben también en la basura.

Roig ha comentado que en Mercavalencia tampoco está cifrado y calculado exactamente el excedente o desperdicio que se producen diariamente y esta es una de las cuestiones en las que se trabaja.

"Es en la transacción mayorista-minorista donde se produce ese desperdicio sobre el que queremos actuar porque hasta la fecha no se hace nada", ha explicado. De este modo, cuando entre definitivamente en funcionamiento, estas tecnologías permitirán que los excedentes de los mayoristas se aprovechen por parte de las ONG y otras organizaciones que podrán hacerse con todos esos alimentos para que lleguen a familias vulnerables de la ciudad de València.

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