Tenemos una deuda con los ancianos que murieron en las residencias durante la pandemia

Alicante

Uno de los capítulos peores que se escribieron durante la pandemia tuvo lugar en las residencias de ancianos. Ayer, en Alcoi, se inició el primer juicio por lo civil contra la empresa que gestionaba el centro en el que en el primer mes de la pandemia fallecieron 74 personas, el 52 % de todos los residentes.

Tienen derecho a conocer la verdad, al menos judicial, sobre lo que sucedió. Y en la medida de lo posible, encontrar una respuesta a si se debería haber actuado de otra forma y, de esta manera, se podría haber reducido el número de fallecidos.

Los familiares están dispuestos a revivir este calvario por dignidad y todos, como sociedad, debemos saber lo que sucedió en este centro y en otros, porque tenemos una deuda con estas personas, por una cuestión de justicia intergeneracional. Y en ese sentido, con estos mayores, que vivieron una guerra o una postguerra, una dictadura y que nos dieron una democracia, la deuda es mayor.

Porque no podemos permitir que se vuelva a repetir; porque es indecente que se ordenara, como sucedió en Madrid, que estas personas no fueran trasladadas a un centro hospitalario porque iban a morir igual.

Esperemos, por tanto, que este sea el primero, pero no el último de unos juicios que deben ser reparativos.