La directora de DomusVi Alcoy en el brote de Covid niega la falta de control y desorganización que denuncian los demandantes

Alcoy

La directora de DomusVi Alcoy ha centrado la atención de la tercera jornada del juicio por los fallecimientos en el geriátrico. En su declaración ha tratado de echar balones fuera sobre las acusaciones de falta de control y desorganización que denuncian los demandantes.

La directora de DomusVi Alcoy, que ejerció como tal entre noviembre de 2018 y septiembre de 2020 y estuvo al frente del centro de mayores cuando se produjo el brote Covid, en la primavera de 2020 ha sido la primera testigo citada a declarar por la parte demandada. Ha explicado ante el juez y las partes que las actuaciones llevadas a cabo en la residencia, cuando se decretó el brote, respondían a los protocolos de prevención establecidos y que de ello tenía constancia la matriz de la empresa gestora, DomusVi, y la Consellería de Sanidad. Al inicio de su declaración ha querido dejar claro que su testimonio pretendía mostrar que al contrario de lo que pudiera pensarse desde el centro se trabajó para combatir el problema, teniendo en cuenta lo novedosos y desconocido de la situación sanitaria.

La responsable del geriátrico ha puesto de manifiesto que en todo momento se atendió a los requerimientos de las Consellerías de Inclusión y Sanidad, primero tras las inspecciones cursadas al centro tras las quejas de los usuarios por los brotes de gastroenteritis detectados en 2018 y 2019 y más adelante por la falta de personal y atención en la pandemia, que acusaron usuarios y ratificaron algunos trabajadores durante la segunda jornada del juicio. Pero, la directora ha asegurado este miércoles que la empresa llegó a contratar a un médico y ampliar horarios de la plantilla para cumplir con la normativa, aunque esto en una ocasión le supuso una multa de 40.000 euros en 2020 e imposición de infracción grave. De esto último ha asegurado no tener constancia ya que en la época en que se notificó ya se encontraba de baja.

Ha justificado que la reorganización de usuarios, que se realizó en febrero de 2020, -que fueron trasladados de la tercera a la segunda planta y de la que se quejaban los familiares por las fechas al borde de la pandemia en que se realizó-, respondía a una cuestión heredada de la anterior dirección y que no estaba relacionada con el cumplimiento de ratios a razón de plantilla por usuarios y espacio.

Según ha dicho, pese a que a el centro tuvo constancia del primer contagio entre el 13 y 14 de marzo, se trataba de un residente que acudió al Hospital de Alcoy por otra patología y que regresó diagnosticado con Covid a DomusVi. Entonces comenzó, ha asegurado, el aislamiento, en la medida de lo posible de residentes con síntomas de los asintomáticos. Ha dicho que la intervención por parte de la UHD comenzó el 18 de marzo y no el 12 como aseguró el médico responsable de esta unidad. Según esta testigo, los test de Covid se realizaron entre el 19 y 20 de marzo de 2020 y no fue hasta 7 a diez días después que no se conocieron los resultados, lo cual pudo complicar el aislamiento de positivos. No ha aportado razones al caso de una residente fallecida por Covid y que había compartido habitación con su marido y cuyo fallecimiento se produjo el 27 de marzo.

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La directora no comparte la visión del jefe de la UHD, que declaró el primer día, y que se mostró crítico al asegurar que la directora le informó que estaba tele trabajando cuando le pidió reunirse con ella durante la primera ola de la pandemia. La testigo ha dicho que, muy al contrario, realizaba jornadas desde media mañana hasta las 3-4 madrugada. En su respuesta sobre si consideraba que el personal estaba saturado de trabajo, no ha sido muy aclaratoria y sobre si sabía si la médico contratada por la residencia había retirado tratamientos pautados por la UHD o juntase a residentes sin criterio, ha reconocido que esta médico estuvo poco tiempo, apenas un mes ha dicho. Ha alegado que entre las carencias del centro estaba la falta mascarilla y Epis en los primeros momentos aunque eso no le impidiera, según ha dicho, a facilitar esta protección a la familiar del primer contagiado para visitarlo.

La declaración de la directora de DomusVi en la primera ola de la pandemia ha durado unas tres horas. Tras un receso para comer, han continuado las comparecencias, entre ellas ha declarado una de las ayudantes de supervisión del geriátrico. Esta, en la sesión de la tarde y recordando hechos de 2018 y 2019, ha negado que se produjesen muchos brotes de gastroenteritis y que seguían unos protocolos como aislamiento en la habitación de la persona afectada y dietas especiales.

Sobre la pandemia, aseguraba que en los días 13 y 14 de marzo conocieron que dos de los residentes presentaban síntomas de covid y que fueron aislados y que días después iban sectorizando a los residentes por los síntomas y a criterio del médico del centro. En su exposición añadía que cuando iban conociendo las pruebas pcr, el médico les decía dónde ubicarlos según si eran positivos o negativos y ha negado que permanecieran juntas, en la misma habitación, una persona con covid junto a otra sin la afección del virus.

Ha reconocido que ella había estado presente en videollamadas que se hacían a los familiares para que supiesen cómo estaban las personas mayores y no le constaba que en esas conexiones los allegados les hiciesen llegar quejas por la falta de información. En alguna de las preguntas formuladas ha afirmado no recordar datos concretos, nombres y fechas exactas, como personas fallecidas o familiares. Ha destacado que aunque libraba un único día a la semana, muchas de esas libranzas iba al DomusVi a trabajar y desconocía el porqué algunos gerocultores se quejaban de su trato, mientras afirmaba que sí atendía a las funerarias, que era ella la que se ponía en contacto con las mismas.