Sociedad

Persiste la sequía en la cuenca del Júcar: casi todos los sistemas presentan problemas de escasez hídrica a pesar de las lluvias

Los embalses que gestiona la Confederación Hidrográfica comienzan el año hidrológico al 41% de capacidad

El embalse de Tous y los síntomas de la sequía vistos desde el aire en una imagen reciente / CHJ

València

La sequía persiste en la cuenca del Júcar. Según los indicadores del último informe de seguimiento correspondiente al mes de agosto casi todos los sistemas presentan problemas de escasez hídrica. El del Turia está en prealerta; los de Mijares-Plana de Castellón, Vinalopó-Alacantí y Serpis, están en alerta; y los de la Marina Alta, Marina Baja, Palancia-Los Valles y Cenia-Maestrazgo, están en emergencia.

Y eso pese a que los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Júcar han empezado el año hidrológico por encima del 41 % y por encima también de las medias de los últimos 20 y 30 años. Solo el sistema Júcar se sitúa actualmente en valores de normalidad.

Según los técnicos de la Confederación la falta de lluvias y las altas temperaturas están detrás del descenso del agua almacenada, unos 200 hm3 menos respecto al curso pasado. En concreto, la precipitación media acumulada en el año hidrológico 2023-2024 fue de 328 litros por metro cuadrado, el quinto registro más seco de la serie histórica de las últimas tres décadas.

La Confederación anuncia que celebrará las comisiones de desembalse de otoño durante la segunda quincena de octubre para analizar la disponibilidad del recurso de cara a la próxima campaña de riego.

Con todo, desde la Confederación señala que el suministro para el abastecimiento urbano está “garantizado”, aunque se prevé que las restricciones para el regadío continúen en la mayoría de los sistemas de la Demarcación Hidrográfica del Júcar.

Un año hidrológico "extremadamente seco"

“Extremadamente seco”, así ha calificado el año hidrológico 2023-2024, que llegó a su final el pasado 31 de septiembre, el director técnico de la CHJ, Manuel Torán.

Y es que, según los datos facilitados por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), la precipitación media acumulada de toda la Demarcación se ha situado en un valor cercano a los 328 litros por metro cuadrado, cuando la media de la serie histórica refleja una cifra mayor de 444.

“Hablamos de un año extremadamente seco porque, revisando los datos de la serie histórica de los últimos 30 años, el pasado año hidrológico ha sido el quinto en el que menos ha llovido”, ha explicado Torán. A la falta de precipitaciones, además, se añaden las altas temperaturas registradas durante todo el año, un fenómeno meteorológico que ha acentuado la pérdida de agua almacenada y ha incrementado el gasto hídrico.

“El calor ha aumentado el consumo de muchos nuestros usuarios, que se han visto obligados a regar en épocas en las que antes no lo tenían que hacer, y eso también nos ha dificultado las cosas a nivel de gestión”, ha indicado el director técnico. Respecto a las precipitaciones, como suele ser habitual en la Demarcación, han sido irregulares, con meses más húmedos de lo normal, como junio y marzo, y periodos muy secos, como el primer trimestre del año hidrológico 2023-2024.

De hecho, episodios de lluvia como los del pasado mes de septiembre han permitido mejorar las cifras en cuanto a precipitación media acumulada, pero el problema de escasez no se ha resuelto. “Llueve durante tres o cuatro días y tendemos a pensar que la sequía ya ha terminado, pero no es así, porque nos hace falta que llueva mucho más. Al final, las precipitaciones del mes de septiembre se han traducido en una ganancia en nuestros embalses de alrededor de 5 o 6 hm3 ”, ha destacado.

Grandes diferencias por sistemas de explotación

Pese a que los embalses gestionados por el Organismo se sitúan por encima del 41 % y de las medias de los últimos 20 y 30 años, lo cierto es que solo el sistema Júcar se sitúa actualmente en valores de normalidad. Y es que cabe recordar que el resto de sistemas, según los indicadores del último Informe de Seguimiento de Sequía correspondiente al mes de agosto, cuentan con problemas de escasez hídrica: Turia está en prealerta; Mijares-Plana de Castellón, Vinalopó-Alacantí y Serpis, están en alerta; mientras que la Marina Alta, Marina Baja, Palancia-Los Valles y Cenia-Maestrazgo, están en emergencia.

“Las diferencias son grandes y el volumen de embalse está repartido de manera muy irregular”, ha comentado el director técnico de la CHJ. La zona del norte de la Demarcación, con Cenia-Maestrazgo a menos del 1 %, Mijares-Plana de Castellón y Palancia-Los Valles con valores cercanos al 33 y al 15 % de capacidad respectivamente, es la más afectada por las consecuencias de la sequía; pero también la zona del sur, con valores que rondan el 12 % en Marina Baja.

Al mismo tiempo, el sistema Turia también se encuentra en niveles más bajos de lo habitual, con 93 hm3 almacenados por los 181 del pasado año, y solo el embalse del Arquillo, en Teruel, tiene más agua embalsada en comparación con años anteriores. Por el contrario, el sistema Júcar resiste en niveles de normalidad gracias a las elevadas precipitaciones registradas en su cabecera durante el pasado año hidrológico, que han dejado grandes acumulados en la provincia de Cuenca, como los 1.066 l/m2 en Uña, 924 en la Laguna del Marquesado o 871 en Beamud. Lluvias que permiten comenzar el año hidrológico con 626 hm3 en el embalse de Alarcón y 163 en Contreras.

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