Tribunales

La Justicia rechaza la reapertura del Sidi Saler y el Ayuntamiento de València planea transformarlo en un hotel para mayores

La entidad ecologista afirma que el único proyecto compatible con la conservación del parque natural de la Albufera de València es la demolición de ese hotel abandonado y recuperar el cordón dunar

El hotel Sidi Saler lleva abandonado desde 2011 y ahora el Ayuntamiento ha rechazado la licencia de obras de la concesionari / Google Maps

València

El juzgado número 5 de lo contencioso-administrativo de València ha rechazado el recurso interpuesto por las empresas propietarias del hotel Sidi Saler ante la resolución del Ayuntamiento de la capital que declaraba la caducidad de la licencia de actividad del hotel. El auto lo ha revelado este jueves Acció Ecologista-Agró, que está personada en la causa, y que se muestra de acuerdo con la sentencia. Tras esta decisión, falta la resolución del otro procedimiento pendiente, que es relativo a la desestimación de la licencia de obras.

La entidad ecologista afirma que el único proyecto compatible con la conservación del parque natural de la Albufera de València es la demolición de ese hotel abandonado y recuperar el cordón dunar.

Las mercantiles, Divarian y Coral Hombres recurrieron dos resoluciones del Ayuntamiento de València: una, con fecha 7 de octubre de 2022, por la que se desestimó el recurso de reposición frente a la resolución de 29 de julio de 2022 que declaraba la caducidad de la licencia de actividad y la otra, que trataba de la incoación del procedimiento de caducidad de licencia.

Catalá planea "un hotel diferente"

La alcaldesa de València, María José Catalá, Catalá asegura que esperaban esta sentencia, pero que no ha variado la posición del Ayuntamiento que es mantener el edificio y abrir allí "un hotel diferente", con un componente más social, para largas estancias y personas mayores y respetuoso medioambientalmente.

Y es que, a su juicio, sería un error demoler el Sidi Saler. Pone el ejemplo el polideportivo que se derribó, que no ha mejorado la zona, ni se han regenerado las dunas. Lo conveniente es, según la alcaldesa, conceder una nueva licencia para reabirlo como hotel, porque la concesión de Costas obliga a que se llame hotel, pero no un hotel al uso.

María José Catalá: "No pensamos que la demolición del Sidi Saler sea, medioambientalmente, lo que conviene"

Agró prevé recursos

Acció Ecologista-Agró se muestra de acuerdo con la sentencia y prevé que será recurrida por las mercantiles, ante el Tribunal Superior de Justicia. Así que anuncia que, de nuevo, se personará para defender las resoluciones objeto del recurso.

El abogado de Acció Ecologista Santiago Gasset afirma sentirse satisfecho de que se ratifique la caducidad de la licencia de actividad porque el hotel ha estado cerrado mas de los dos años que marca la ley. Ahora los propietarios pueden volver a pedirla pero habría que tener en cuenta muchos aspectos sobre todo que el edificio esta en un parque natural. y se podrían poner muchas limitaciones para volver a ejercer la actividad. Gasset insiste en que la actividad hotelera no puede producirse dentro del parque natural y rechaza l idea de que se convierta en un hotel sostenible como ha defendido la alcadesa. Cree que puede ser menos dañiño pero sigue siendo incompatible con el Saler.

Santiago Gallent ( Acció Ecologista Agró) afirma que un hotel sostenible no es compatible con el parque natural del Saler

Los propietarios del hotel argumentaban, entre otras razones, que la Concejalía de Pueblos y Espacio Públcio de València era un órgano sin competencia para dictar esa resolución primera, lo que supondría la nulidad de pleno derecho y provocaría la invalidez del acuerdo de la Junta de Gobierno, aprobado el 7 de octubre de 2022

Además, sostenían la concurrencia de "causas de fuerza mayor" que habrían impedido reabrir el hotel y que no habría quedado acreditada una voluntad incumplidora por parte de las dos mercantiles, que es un requisito "ineludible" para poder declarar esa caducidad. Entre ellas, alegaba que el deslinde del dominio público marítimo-terrestre determinó la inclusión del establecimiento dentro del demanio costero y la concesión demanial no fue otorgada por el Ministerio "hasta 11 años después de la aprobación del deslinde, el 28 de septiembre de 2018 y su transmisión a las mercantiles no fue aprobada hasta el 20 de junio de 2019 y el 6 de marzo de 2020".

"A la desesperada"

Igualmente, apuntaba a la complejidad del proyecto desde el punto de vista técnico, medioambiental y urbanístico y a los efectos que la pandemia de la Covid-19 habrían tenido sobre la tramitación de todos los procedimientos administrativos, incluido este. Para los propietarios, el Ayuntamiento --entonces el equipo de gobierno estaba conformado por Compromís y PSPV-- habría declarado "a la desesperada" la caducidad --dentro de una "estrategia pública y manifiesta" para demoler el hotel--; con motivación "insuficiente" que revelarían "arbitariedad" e incurriendo en "desviación de poder".

Por su parte, el consistorio mantenía que no hay prueba alguna que desvirtuara la apreciación municipal de que la actividad se encontraría cerrada desde el año 2011; que no cabe justificar la existencia de fuerza mayor con referencia al deslinde de los bienes del dominio público; que tampoco se habría utilizado por el titular de la actividad la posibilidad de solicitar una prórroga del plazo de paralización y defendía la adopción de los acuerdos por los órganos competentes.

El magistrado rechaza las pretensiones de la propiedad en cuanto a esta última cuestión porque "no se trata de una actuación que vulnere las reglas de atribución de la competencia por razón de la materia o del territorio, ya que responde a las normas relativas a la atribución entre órganos de una misma administración" y hace una enumeración de todos los pasos seguidos en el procedimiento para considerar que la actividad hotelera cesó en el inmueble en el año 2011 y no fue hasta el 30 de septiembre de 2019 cuando se presentó ante el Ayuntamiento la solicitud de licencia de obras de reforma para actividad sujeta a licencia ambiental, "por lo que se habría producido la paralización por plazo superior a dos años establecida por la norma".

Y sostiene que "lo mismo ocurre si en el caso más favorable a la recurrente se tuviera por fecha acreditativa del reinicio de la voluntad de desarrollar la actividad la de la solicitud por parte los titulares de la finca a la demarcación de costas de otorgamiento de una concesión compensatoria (11 de octubre de 2016)".

En esta línea, añade que en este caso se recurre la declaración expresa de la caducidad, un procedimiento que se había iniciado el 7 de enero 2019, "momento muy anterior" a la solicitud de la propiedad de 30 de septiembre de 2019 "para obtener licencia ambiental para la actividad y solicitud de licencia de obras". "Es en ese momento cuando las mercantiles pusieron en conocimiento del ayuntamiento de eran propietarias del hotel que se encontraba en estado de abandono", subraya.

Pero "no fue hasta el 26 de junio de 2022 cuando las dos mercantiles solicitaron al ayuntamiento una prórroga del plazo de paralización de la actividad del hotel por un plazo de dos años, al amparo de lo dispuesto en el artículo 65.2 de la ley 6/2014, momento en el que había transcurrido con creces el plazo de abandono de la actividad, iniciado en 2011".

Por tanto, "el plazo de caducidad habría transcurrido con anterioridad a la manifestación de las recurrentes de su voluntad de obtener la licencia y que el periodo de caducidad habría transcurrido con anterioridad a esa manifestación y ya se habría producido el inicio del expediente de declaración".

"No había elementos imprevisibles"

Asimismo, rechaza los argumentos relacionados con la pandemia de covid; de la complejidad del proyecto y la existencia de fuerza mayor porque el retraso en el otorgamiento de la concesión demanial "no se puede considerar como un elemento imprevisible".

En este sentido, subraya que el período sobre el que debería operar la fuerza mayor es el que comprende desde 2011 hasta 2019 "y no se puede obviar que la orden aprobatoria del deslinde es de enero de 2008 y no fue hasta 8 años después (octubre de 2016) cuando los titulares de la finca solicitaron a la demarcación de costas el otorgamiento de una concesión compensatoria que fue concedida el 28 de septiembre de 2018, sin que los titulares de la concesión realizaran posteriormente solicitud alguna de cambio de titularidad de la licencia originaria".

Además, también rechaza vulneración del principio de confianza legístima y de existencia de desviación de poder porque la voluntad de los iniciales propietarios --dos entidades bancarias-- "de reabrir el hotel fue manifestada ante la administración general del Estado al solicitar la concesión administrativa a la demarcación de costas, pero no ante el ayuntamiento de Valencia".

Según el juez, fue en diciembre de 2018 cuando se pidió por la delegación de espacio público al servicio de actividades que se hicieran las comprobaciones oportunas para saber si la licencia del hotel estaba caducada (resolución por la que se caducaba la licencia ambiental) y se solicitó al servicio de Devesa-el Saler que hiciera constar la fecha de inicio de la paralización de la actividad y en enero 201, se inició el expediente de caducidad de la licencia en el que se personaron las mercantiles del 2 de febrero 2021," aunque estas habían presentado el 20 de enero de 2020 escrito de renuncia condicional a la solicitud de licencia ambiental hasta que se resolviera favorablemente la transmisión de la licencia de actividad".

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