La acampada de la plaza: un síntoma de los tiempos que vivimos

València

Al igual que ocurriera con el movimiento 15M, la acampada de estos días en la plaza del Ayuntamiento es fruto de un conjunto de elementos. Por un lado hay frustración porque, a pesar de que se crea empleo, a pesar de que la economía crece, muchas personas, fundamentalmente jóvenes, no pueden desarrollar su proyecto personal de vida porque los salarios no están subiendo.

Mientras, sube el precio de la vivienda, sube la cesta de la compra y suben los servicios básicos. A la frustración hay que añadir la indignación con la política, la nueva y la vieja, por no haber visto venir el problema de la vivienda y su incapacidad para abordarlo. Indignación convertida en hartazgo, como el que expresaron las miles de personas que salieron a la calle. Y junto a todo esto, la pandemia. La nuestra es una sociedad que tiene todavía ese drama grabado en  la retina, una pandemia que ha dejado muchas secuelas que afloran en situaciones extremas como las que estamos viviendo.

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